De alguna manera, pasaba por aquí y a las cuatro y diez vi Aute Retrato, el documental de Gaizka Urresti. Es la Belleza hecha cine, cine, cine, cine, más cine, por favor. Anda, mira que eres canalla, Luis Eduardo Aute: pintor, poeta, cantautor y cineasta.

Un artista total, siempre de paso. Jalonan la película testimonios en perfecta comunión de Massiel, Rosa León, Forges, Ana Belén, Serrat, Silvio Rodríguez, Pastora Vega, Sabina y un montón más de artistas y amigos. Lástima, Luis, que el infarto inoportuno nos prive de tu presencia presente. Qué terriblemente absurdo es estar vivo.

La película es un milagro y tiene grandes momentos. Emociona sobremanera el niño que miraba el mar, con ese Aute niño y ese Aute anciano observándose el uno al otro. Sobresale Un perro llamado dolor, largometraje de animación magnífico y artesanal tras cinco años de intenso trabajo y más de cuatro mil dibujos a lápiz, con homenajes a Goya, Buñuel o Picasso. Especialmente divertidos resultan los recitales poéticos (Glúteos del mundo… ¡aglutinaos! Nalga la redondancia) y los comentarios del filósofo Antonio Escohotado, muy reveladores. Como no podía ser de otra manera, la película destila sensualidad, como toda la obra del polifacético Aute-autor, que como bien comentan unos y otros ha hecho siempre en todas sus disciplinas lo que le ha dado la real gana, con total libertad. Y contagia la pasión por la creación a la perfección.

Personalmente, como buen fan, recuerdo bien aquellos conciertos en el Rincón de Goya o en la Romareda y atesoro el Entre Amigos o el Cuerpo a cuerpo como verdaderas joyas discográficas. Queda la música, aleluya, mojándolo todo al alba. Todo es mentira menos tú. ¡Ánimo, Animal!.

*Escritor y cuentacuentos