La vuelta al trabajo presencial en los servicios de la Administración se ha hecho con las medidas de seguridad necesarias para preservar la salud de los funcionarios, como cualquier trabajador. Y para ello, para que en las oficinas abiertas al público no haya acumulación de personas, se ha implementado la cita previa. El problema surge con las demoras, que en algunos casos son ya de varios meses. Igual que en el SEPE --que tramita los ERTE-- la gestión no puede alargarse en el tiempo, hay otros servicios como los de pensiones que también requieren celeridad. Algún sindicato ha alertado ya de que la excesiva carga de trabajo --ha habido incrementos del 500%-- va a pasar factura al personal que, en su mayoría, son interinos. No estaría de más que se reforzaran esos servicios, con contrataciones temporales, para dar salida en plazo al exceso de expedientes. De ello dependen muchas familias.