Hacía tiempo que no visitaba Alagón. Lo hago de la mano de su bibliotecaria, Inmaculada Callén, cuyo amor por la cultura, por la lectura, se ve recompensado con una constante actividad en torno a la creación literaria.

También el alcalde de la localidad, Pascual Embid, es hombre de letras; ya antes dirigió la concejalía de Cultura. Vocacional de la política municipal, trabaja a pie de calle, vecino a vecino, en esa dinámica, más que de proximidad, de inmediatez, exigida día a día en una población como Alagón, tan antigua (se acaban de cumplir 900 años de su incorporación al Reino de Aragón) como moderna en sus prestaciones y demandas.

Gracias al trabajo de Víctor Asensio, José Luis Ochoa y José Ignacio Iguarbe, al frente de la revista Vida Alagonesa, late en la villa un gran interés hacia su propia historia y se alientan proyectos tan atractivos como la conversión de la antigua sinagoga de la replaceta Virto en un museo de arte contemporáneo donde, entre otras, depositar obras de Santiago Pelegrín, natural de Alagón y uno de los pintores españoles más destacados de la primera mitad del siglo XX. O del miniaturista Sánchez de Ezpeleta, iluminador, calígrafo y pintor del siglo XVI, sobre cuya figura la profesora Carmen Morte ha escrito un documentado artículo en la revista Vida Alagonesa.

En su último ejemplar, se lee asimismo un interesante reportaje de Francisco Javier Gómez Torres sobre las llamadas Cuatro Rosas de Alagón: Amalia Julve Domínguez, Aurora Melendo Gimeno, Carmen Gómez Pous y Pilar Barbó Vela.

Cuatro jóvenes anarquistas que, alarmadas por el Alzamiento y la presencia en Alagón de tropas rebeldes optaron por huir de la población. Refugiándose en los sotos del Ebro, en los terrenos de Santa Inés, para, ya durante la guerra civil, escapar por distintos itinerarios y medios de las fronteras del país y, en algunos casos, emprender nuevas vidas en dispares y lejanos lugares. Carmen y Aurora fallecieron en México y Francia, respectivamente. Amalia está enterrada en Grañén. Pilar falleció durante la guerra, en circunstancias no del todo aclaradas.

Alagón: un microcosmos que refleja un tiempo, nuestro tiempo.