Que me perdonen algunos y algunas, pero no creo en el sentido de la celebración de un día concreto como la mejor manera de reivindicar unos u otros derechos. Como puesta en escena y fórmula para señalar y denunciar realidades que son necesarias cambiar para evolucionar como seres humanos y caminar hacia una sociedad más justa, en la que todos sus individuos tengan los mismos derechos y libertades, es aplaudible, pero cuando este tipo de movilizaciones como la de hoy, se convierten en herramientas que unos y otros sectores políticos y de la sociedad civil utilizan para sacar partido propio, es inconcebible. Especialmente, cuando es empleado por los diferentes colectivos y facciones ideológicas como instrumento electoral. Lamentable espectáculo, pero buen reflejo de la fractura social, no solo de nuestra España sino del mundo en general. Causa tristeza pensar en el radicalismo con el que unos y otros enfrentan cada edición de este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y por desgracia, no solo la actual, que nos ha pillado en medio de la campaña electoral. «La huelga feminista es una propuesta abierta en la que todos debemos encontrar una forma de participar». Así versa el manifiesto elaborado por la Comisión Feminista 8 de Marzo. Y así debería ser: sin críticas, sin odios, sin rencores para aquell@s que decidan no sumarse a la convocatoria o montar otras alternativas. Lo realmente relevante y valioso, es trabajar junt@s por un mundo mejor, por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, por el ser humano en mayúsculas. Feliz Human Day. H *Periodista y profesora de universidad