El ecuador del año no podía ser más venturoso para los seis hospitales públicos aragoneses, de los trece existentes, que lo han atravesado con la lista de espera quirúrgica a cero o casi. Igual que las seis especialidades con escasa o nula demora. Pero el estío es mala época para mantener estos niveles por la reducción de efectivos y el descenso de la actividad en los quirófanos. Bueno es destacar lo positivo, pero sin echar las campanas al vuelo.