Para que la Milla Digital sea en su día el barrio inteligente que se pretende en el entorno de la estación intermodal y el Portillo hay que ensamblar primero el proyecto y el presupuesto, justo lo que hasta la fecha no se ha hecho. Por eso sus impulsores, con el alcalde Belloch a la cabeza, se encuentran ahora con que la firma a la que le encargaron el diseño de la milla ha trabajado ajena al equipo de arquitectos que desde hace tiempo trabaja en el dibujo de toda la zona, lo que ha provocado un nuevo desajuste en la planificación inicial. El desarrollo de los suelos ferroviarios de Zaragoza es competencias de las tres administraciones que están representadas en la Sociedad Zaragoza Alta Velocidad y que no siempre trabajan codo con codo. Al menos es lo que se deduce de esta superposición de diseños, que ya ha generado indeseables reticencias en la citada sociedad. Con lo fácil que tendría que resultar sentarse y planificar en una sola dirección.