El ritmo de vida del siglo XXI ha supuesto un cambio en el consumo. Un cambio que ha afectado tanto a los clientes como a los comercios. Cada vez son más los consumidores que hacen uso de las herramientas digitales para realizar tareas tan cotidianas, como hacer la compra o la comida de cada día. Sin embargo, aunque la adaptación tecnológica de los usuarios es cada vez mayor, los comercios no terminan de adaptarse a esta nueva forma de demanda.

La complejidad de dicha adaptación se debe a la falta de recursos que las empresas, en concreto, los pequeños comercios, poseen para sumarse a la era de la digitalización. Esta pasa por ofrecer al público una herramienta tecnológica que posibilite acercar los bienes y servicios de los pequeños locales. En este sentido, solo un 12% de los empresarios de restauración disponen de una herramienta digital, informan las diferentes encuestas de la Federación Española de Hoteles y Restaurantes. La causa de este porcentaje tan bajo se debe al desorbitado precio que supone contar con una aplicación propia de reparto a domicilio: 100.000 mil euros. Una cuantía que no pueden hacer frente la mayor parte de los pequeños comercios. Pero una aplicación móvil no consiste solo en crearla, sino que requiere un mantenimiento, actualización y promoción, lo que se traduce en muchos miles más. Además, para variar, usuarios, comercios y repartidores necesitarían una aplicación propia.

El gerente de La Antilla Parque Grande, José Enrique González, explica cómo eran sus mismos clientes los que les solicitaban un servicio a domicilio. Una petición que los ponía entre la espada y la pared. «Hablando con el público, este pedía que hiciéramos comidas a domicilio. Pero no teníamos la capacidad económica para montar una infraestructura que ofreciese este servicio. Queríamos dar un poco más de atención al cliente y por eso, empezamos a ver las posibilidades que había», comenta González.

Ante las imposibilidades de estos locales de ofertar un servicio cada vez más demandado, aplicaciones como Glovo son su mejor solución. Esta startup española ha revolucionado el proceso de distribución de bienes y servicios dentro del sector delivery -un sector que en los últimos años ha experimentado un mayor desarrollo e impacto a escala internacional, como señala un informe de Adigital-. No solo facilita que puedas tener lo que desees cuando lo desees y donde desees, sino que actúa de intermediario entre los clientes y los pequeños comercios ayudando a estos a digitalizarse. Para ello, Glovo dota a los comercios de una tablet con una impresora incorporada, para que cuando llegue el pedido y este sea aceptado, se imprima el ticket de comanda. En 20 minutos el pedido es preparado, mientras llega el repartidor, quien muestra el código para asegurar que es el mismo pedido. De manera que, los pequeños locales ven incrementados sus ingresos puesto que Glovo les permite llegar allí donde ellos no pueden. «Al facilitarles la digitalización a los pequeños comercios, estos consiguen desarrollar una nueva vía de ingresos asegurando en muchas veces la viabilidad de estos negocios. Además del hecho que les permitimos hacer llegar su comida más allá de su establecimiento y, por tanto, a toda la ciudad», explica el Director General de Glovo España, Diego Nouet.

Repartidores, clientes y comercios son los pilares de la empresa.- ÁNGEL DE CASTRO

Es el caso de Fotios Basmaris, gerente del local Giros Griego de Zaragoza, quien es consciente de las ventajas que Glovo ha supuesto para su negocio. Una ventaja con números y porcentaje. Gracias a Glovo el negocio de Fotios ha aumentado sus ventas un 30%. Un incremento de ventas posible por el aumento de los pedidos que los pequeños locales experimentan al estar publicitados en la aplicación.

De hecho, Glovo contó con 2.783 pymes asociadas en 2018, un 47% más que en 2017. Cada vez son más las pequeñas empresas que se apuntan al carro de la digitalización con Glovo gracias a los ingresos extra que experimentan. Las pymes afiliadas a Glovo ingresaron más de 33 millones de euros en 2018 por pedidos de la plataforma, triplicándose los datos del año anterior, 10,8 millones, y multiplicando por treinta y cinco los ingresos de 2016. «Nuestra meta es conectar a nuestros comercios afiliados con los clientes nuevos y existentes para generarles ingresos adicionales a través de un canal de ventas innovador», afirma Nouet. Por ello, en apenas tres años la startup española ha ampliado el número de comercios afiliados, de 16 a 5.300 locales en el país.

En este sentido, las pymes asociadas a Glovo obtuvieron, de media, casi 1.000 euros mensuales y 12.000 euros extra anuales gracias a la aplicación. Por lo que, las compañías asociadas a la aplicación han multiplicado por más de seis los ingresos medios que obtienen a través de la plataforma en los últimos dos años. Para 2019 la previsión se sitúa en torno a 20.000 euros.

Glovo no solo beneficia a las pymes, sino que también contribuye al total del PIB español. La aportación de las plataformas digitales del sector delivery asciende a más de 643 millones de euros y facilita una vía de ingresos para más de 7.500 repartidores de Glovo en España.

El incremento de ingresos está unido al aumento del número de pedidos que los pequeños comercios reciben gracias a la aplicación. En el año 2016, la media de entregas por cada establecimiento fue de 114, mientras que el año pasado se contabilizaron 870 pedidos. De manera que, el número total de pedidos creció un 217% en 2018, lo que significa más de 2,4 millones de encargos. La previsión para este año 2019 es entregar cerca de 15 millones de pedidos. Pedidos gracias a la economía red que Glovo representa. Los usuarios de la aplicación, más de dos millones en España, a quienes los pequeños comercios llegan por la eliminación de las restricciones físicas de los locales. Glovo permite hacer visibles a los pequeños comercios, ampliando el número de pedidos y, por tanto, los ingresos extra. Las sillas de los establecimientos se suman a las mesas de los comedores familiares.