No tomó ninguna buena decisión Ávalos Barrera en la jugada del polémico penalti señalado de Vigaray sobre Manu Fuster. Arturo Daudén Ibáñez y José Ignacio Bueno Grimal, colegiados aragoneses con una gran experiencia en Primera División, ya coincidieron preguntados por este diario en que esa acción fue un gran error del árbitro catalán, pero también a nivel nacional el asunto sigue coleando.

Eduardo Iturralde González, trencilla con 17 años de experiencia en la élite del fútbol español, aseguró en Carrusel Deportivo que era uno de los fallos arbitrales más gordos que había visto en muchos años y se reafirma en conversación con este periódico: «Hacía mucho que no veía un error tan grosero en tiempos del VAR», asevera, pero va más allá: «Es un error grave. Entre comillas era muy fácil la jugada, o nada o libre indirecto. Son de los fallos que son difíciles de explicar. Cuando vi la jugada no daba crédito», agrega.

El excolegiado vasco es muy tajante a la hora de hablar de la pena máxima pitada a Vigaray y resalta, no en pocas ocasiones, que «no es penalti». «En todo caso podría ser juego peligroso, pero penalti, no», agrega. Además incide en que «para mí no es nada y para el 99% de los árbitros, tampoco». Iturralde sostiene su opinión señalando quién golpea a quién primero, que es Manu Fuster. «El defensor del Real Zaragoza no empieza el contacto. Tienes que considerar cómo se entra y no es un juego brusco o grave, pero nunca se puede considerar juego peligroso y penalti».

Por si fuera poco, Iturralde también reconoce que «el protocolo del VAR se aplicó mal», ya que el colegiado no debió cambiar su primera decisión, que fue señalar libre indirecto, que si bien tampoco era la correcta, no era un error monumental y era hasta entendible. Ávalos levantó su brazo dejando bien claro que era falta indirecta y no penalti y, además, fue algo que Eguaras explicó tras el partido: «En un principio nos dice que es juego peligroso y se reitera en ello, va a verlo y le dicen que se anticipa, pero decide pitar penalti». Para el exárbitro vasco, «no es un error flagrante», por lo que no debió cambiar la decisión.

De hecho, horas después, el domingo por la noche, se produjo una situación similar y, pese al error, el protocolo del VAR se aplicó como dice el reglamento. Maxi Gómez elevó la pierna y golpeó a Lemar dentro del área en el Atlético-Valencia, una acción que debió ser penalti, pero como De Burgos Bengoetxea ya había señalado juego peligroso no se modificó su postura inicial.

E Iturralde pone otro ejemplo: «La mano del Real Madrid ante el Leganés el día que baja a Segunda División lo es, pero son muy interpretables. Sin embargo, en lo del viernes en Albacete no hay interpretación: se anticipa, despeja y no lo hace con una entrada criminal. Es una acción de fútbol», finaliza.