Fernando Cáceres cumplió años el pasado domingo. Lo celebró en casa con unos pocos amigos y familiares, una tarta y, claro, regalos. Uno de ellos le hizo saltar las lágrimas: dos dibujos de Juani Méndez, un niño de once años, que le pintó celebrando un gol con Batistuta y Maradona en el Mundial 94 y en una de sus imágenes más icónicas, subido al larguero del Parque de los Príncipes agitando la Recopa. "Los dibujos eran excelentes, fueron el mejor regalo", explica Cynthia, esposa y artífice de todo.

Juani Méndez es un pequeño prodigio de Pergamino, una localidad de 100.000 habitantes al norte de Buenos Aires. Sus habilidades para el dibujo quedaron ya patentes en el jardín de infancia. "Él dibuja desde los tres y cuatro años. Nos decían a la mamá y a mí que prestáramos atención porque no era normal para su edad ni comparado con el resto de compañeros. Empezamos a mostrarle vídeos de Youtube de chicos que dibujan y fue aprendiendo así, autodidacta, y empezó a hacer cosas fuera de lo común", explica Juan, el padre.

Los regalos que recibía siempre eran lápices, pinturas, papel y Juani fue perfeccionando su técnica con tutoriales de internet. "Fue aprendiendo la técnica del sombreado, a pintar, porque pinta mejor de lo que dibuja, tiene una paleta de colores en la cabeza muy amplia, fue aprendiendo anatomía para dibujar cuerpos humanos proporcionados”, añade el padre. Juani tiene toda la casa pintada, con murales de anime, cómics. “Hizo un curso de realismo por internet y le empezó a gustar", explica Juan.

"Se empezó a hacer conocido en la ciudad, le hicimos Instagram (@dibujuani) y tuvo muchísimos seguidores. Lo conocieron también en la capital y le empezaron a invitar a exposiciones y, un día, a la Comic Con, el evento más grande de anime, cómics y todas esas cosas, le invitó a exponer. Llevó todos sus dibujitos con ocho años", dice el papá. Su fama siguió creciendo y salió en periódicos, portales web, radio y televisión. Ahí conoció su historia Cynthia Cáceres.

Cynthia contactó con Juan y le pidió un dibujo, "el del Negro festejando el título con el Zaragoza arriba del travesaño" y después el mismo Fernando, tras la muerte de Maradona, pidió uno "festejando un gol en el Mundial 94 con Maradona, Caniggia y Batistuta". Se pusieron de acuerdo para llevárselo el día de su cumpleaños. "Tenemos tres horas de viaje pero lo hicimos muy contentos. Yo que soy refutbolero no podía creer estar con una leyenda como el Negro, que es muy querido en Argentina", relata el papá de Juani. El pequeño no hacía más que abrazar a Cáceres y decirle lo contento que estaba de conocerlo.

A Juani le encanta el fútbol y también juega. "Muchas veces le preguntan cuándo dibuja y contesta, cuando tengo ganas. Juega al fútbol, va a la escuela, a la piscina, es un niño normal. Aunque lo que hace no es muy normal para su edad", indica Juan. El sueño del pequeño es hacer su propio manga, trabajar para Marvel, DC Cómics, mientras sigue pintando, divirtiéndose y asombrando al mundo. Pero Juani, de once años, no conocía a Fernando Cáceres, no lo había visto jugar. Su padre le mostró vídeos "jugando en el Zaragoza, con la selección" y enseguida se familiarizó con él. También ha dibujado a Maradona, Riquelme y Messi.

Y llegó el domingo, el día del cumpleaños del Negro. "Había un festejo entre algunos familiares, más bien íntimo, y a Cynthia se le ocurrió que podía ser una linda sorpresa", dice el padre. "Fue tal cual ella lo imaginó porque el Negro enseguida empezó a llorar. ‘Sos un atrevido’, le decía a Juani, ‘usted no sabe que yo me puedo morir’, le decía en broma. Fue una sorpresa grande porque no nos esperaba. Comimos algo con ellos como si fuésemos de la familia, hablamos mucho de fútbol, comimos tarta, le cantamos el cumpleaños, hicimos muchas fotos. Es una alegría verlo como está después de todo lo que le pasó, está muy lúcido y en muy buenas condiciones", explica el papá de Juani Méndez, el niño que emocionó a Fernando Cáceres.