--Con JIM había jugado muy poco en Liga, solo en el final de tres partidos, y le da camiseta de titular ante el Oviedo. ¿Se lo esperaba?

--Era difícil pensarlo sí, aunque desde que ha llegado este míster he entrenado a muy buen nivel. En los primeros meses, al ser la primera experiencia fuera de casa por la situación que vivió el equipo y por ese cúmulo de circunstancias se generó en mí una desconfianza. Me costó integrarme, en los entrenamientos no estaba al 100%, no me sentía a gusto.

--¿Había algún motivo más?

--Venía de un año sin continuidad, sin muchos minutos, en pretemporada pasé el virus, estuve confinado tres semanas, y no tuve una buena preparación como tal. El primer partido que juego fue en Alcorcón. A pesar de todo, me sentí a gusto, pero después la idea que me había hecho al venir no se fue cumpliendo y eso me afectó.

--¿En qué sentido?

--Todo soñamos en grande. Yo acepto venir del Athletic, estaba en Primera, doy ese pasito atrás bajando de categoría para crecer como jugador, mejorar y lograr volver a la élite, en el Zaragoza si logramos el ascenso, o en el equipo que sea en un futuro. Ese camino escojo y punto. Piensas que todo va a ir bien, sé a dónde vengo, cómo estuvieron el año pasado, venir a una buena ciudad, a un equipo histórico, con un técnico (Baraja) que había apostaba por mí... Vine de cabeza y no me lo pensé mucho. Llegué con una expectativa tan alta que al no cumplirse eso me descolocó. Llegan los malos resultados, notas la presión, te dicen que estés tranquilo y que te quites la mochila, pero está ahí.

--¿Se refiere a la exigencia del ascenso que hay?

--No hablo de la presión global, sino de la que yo me ponía a mí mismo, el hecho de venir para jugar, para hacerlo bien y demostrar quién soy y ayudar al equipo al ascenso. Sentía que estaba fallándome a mí mismo, al margen de a la afición. Es que entiendo que la gente con un jugador que estaba en Primera tenga unas expectativas altas y las admito, pero me ha costado adaptarme.

--¿Y en qué fase está ahora?

--Pues en una mejor, entrenando me siento bien y en el partido también lo noté, aunque es verdad que en Oviedo nos costó generar en ataque. Para ser el primero tras tantas jornadas sin participar apenas saco un lado positivo y por ejemplo defensivamente estuve bien. Mi único camino para seguir creciendo es tener esa continuidad, aunque en eso solo puedo pelear duro para que el entrenador mantenga su apuesta en mí, y que con los partidos vaya cogiendo confianza. No hay más secretos para ir a más.

--¿Qué le dijo el míster tras el partido? ¿Cree que va a seguir en el once ante el Tenerife?

--Vi el vídeo y sé que cometí algunos errores, pero también que hice cosas bien y algunas me las ha dicho el entrenador. ¿Si voy a seguir? En cada entrenamiento voy a demostrar que estoy al 100%, pero es que también es difícil salir tras no participar demasiado y hacer un partido espectacular, necesitas recuperar esa confianza.

"Piensas mil cosas y no haces una bien"

"Piensas mil cosas y no haces una bien"--¿Qué porcentaje de su mejor nivel se ha visto en el Zaragoza?

--El tanto por ciento no sé, pero sí aseguro que puedo dar muchísimo más. Y recalco que, si no lo he hecho, no es porque no haya querido, es una cuestión de falta de confianza y de que en la vida todos tenemos épocas buenas y malas. Sé con plena certeza lo que puedo dar y sé que es mucho.

--¿Ha estado al menos cerca en el Zaragoza de su mejor nivel en algún partido?

--En la primera parte contra el Sabadell en La Romareda vi ese punto de inflexión. El remate al larguero, varias llegadas, rupturas al espacio... Estuve bien. Salí del campo y me dije ‘este es el Larra que a mí me gusta, el que va a llegar a su buen rendimiento’. Luego vinieron partidos sin jugar, malos resultados y eso me afectó.

--Se le ha visto fallar controles fáciles, quizá fruto de la ansiedad, pero impropios de un jugador que ha estado en Primera.

--Y no lo discuto, es así. Un jugador es capaz de meter un gol de 40 metros cuando tiene esa confianza y de fallar un control sencillo si no la tiene. Yo llegué al Zaragoza queriendo demostrar todo, sales al campo pensando en mil cosas y no haces una bien porque tienes la cabeza en otro sitio. La mente juega un papel muy importante y hay que saber gestionarla.

--Quedan 15 jornadas de Liga. ¿Se va a ver a otro Larra?

--Yo diría que sí. Mucha gente que me conoce siempre me dijo que soy jugador de segundas vueltas y normalmente ha sido así, ya que he terminado jugando tras no ser la primera opción al llegar. A saber qué pasará. Ojalá suceda y vaya a más, pero lo que sí tengo claro es que voy a entrenar al máximo para que cada partido sea mejor y para que al final en otra entrevista pueda usted reconocerme que así sucedió.

--Su padre, Aitor, es leyenda en el Athletic, con 445 partidos oficiales. ¿Qué consejos le daba estos meses?

--Me decía que trabajara en silencio. Y yo eso lo he vivido, porque siempre me he tenido que ganar el puesto allá donde he ido. Sí me pedía que estuviera tranquilo, que veía que quería hacer todo bien y no defraudar a nadie y que eso me podía jugar una mala pasada, y sobre todo que no me preocupara, que era mi experiencia fuera de casa y que me lo tengo que tomar como un aprendizaje.

"No me planteé salir en enero"

"No me planteé salir en enero"--¿El club le pidió salir en enero o se lo planteó usted?

--Ni una cosa ni la otra. No me lo planteé. El hecho de salir de mi burbuja en Bilbao, de mi zona de confort, fue difícil. Soy un chico muy familiar y en Zaragoza vivo solo, lo que ha influido en mi juego. Ahora que ya me estoy integrando, el hecho de buscar esa salida e irme a otra ciudad no iba a ser acertado. Y tampoco el club me lo dijo en ningún momento.

--En el segundo partido tras el mercado de enero, ante el Sabadell, es el descarte. ¿Qué sintió?

--Impotencia porque había hecho una muy buena semana de trabajo. A nadie le gusta, pero estas cosas pasan, seguro que en mi carrera me pasa más veces, pero con los años maduras y piensas que el entrenador tendrá sus razones y que lo único que puedes hacer es demostrar en el entrenamiento siguiente que se ha equivocado y que deberías haber ido. No vale pensar que él no sabe o no tiene ni idea, las cosas no son así.

--De todas formas, cuando usted llega al Zaragoza lo hace con una clara apuesta, por tres años.

--Es que cuando tomo la decisión en ningún momento pensé que estaría aquí de paso. Venía con la sensación de comerme el mundo, me habían hablado muy bien del club y la ciudad y pensaba que esa apuesta era la acertada.

--¿Sigue pensando en triunfar en el Zaragoza?

--Hombre, por supuesto que sí. No sé si este año, el siguiente o el que sea. Tengo claro que el Zaragoza es lo mío y que no voy a bajar los brazos. Soy un chico soñador y solo aspiro a triunfar en este equipo.

--Antes de venir en este curso estuvo a punto de hacerlo en enero, cedido. ¿Es verdad que dio marcha atrás a todo? --La opción estuvo ahí, muy próxima. Hablé con Lalo y con Víctor varias veces. En ningún momento dije sí voy y que estaba decidido, les dije que lo tenía que terminar de pensar, me pidieron una decisión rápida y decidí quedarme.

"Por supuesto que no bajamos"

"Por supuesto que no bajamos"--¿Cómo ve al equipo tras las últimas dos derrotas?

--No nos han salido las cosas como en los partidos anteriores, está claro. Pero, lo digo ahora y también hace dos semanas o dentro de tres, esta plantilla no es para estar donde estamos. Somos chicos que venimos de buenos equipos y con grandes cualidades. Se juntan circunstancias individuales, como me ha pasado a mí, y otras colectivas y no terminan de salir las cosas. Creo que con JIM el equipo ha ido a más, que hemos hecho buenos partidos y lo más importante es mantener la portería a cero y dar ese salto, no saltito, ojo, en el atrevimiento en la parcela ofensiva. Todos tenemos que ofrecer más y lo vamos a hacer porque el Zaragoza va a salir de esta situación, estoy convencidísimo.

--No baja a Segunda B.

--Ni lo dude, por supuesto que no bajará.

--Para eso hace falta que lleguen más goles. Vuckic, Toro y ahora Álex Alegría ni se han estrenado.

--Yo no soy un delantero nato, pero sí un jugador de ataque y los entiendo. Es que el paso es de todos para que nos empiecen a salir las cosas. No se trata de que ellos tres tengan que marcar y ya está todo solucionado. Lo que sé es que tienen más gol del que han enseñado aquí y están en el Zaragoza y tienen sus carreras por eso, porque lo han demostrado. Yo confío al 100% en los tres, en todo el equipo y en el cuerpo técnico. Aquí vamos todos a una para sacar esto.

--Usted hizo nueve goles en su segunda temporada en el Bilbao Athletic. En esa faceta debe ayudar también.

--En mi paso adelante en el Zaragoza, en ese atrevimiento en ataque, debo dar eso. De cara a portería tengo gol y una vez abra la lata los demás caerán. Espero hacer varios de aquí a final de temporada.

--¿Qué ha notado en la gente en estos meses que lleva en Zaragoza?

--En esta ciudad notas desde que llegas que la gente ama el fútbol, que son muy zaragocistas y que sienten esos colores. Yo he sido aficionado, un hincha antes que un futbolista. De crío iba a San Mamés y, si el equipo no estaba bien, yo salía jodido. Ese sentimiento es inevitable en cualquier seguidor en equipos que son importantes y más viendo que el año pasado se rozó subir y en este toca vivir un momento peor. Es que la vida, como el fútbol, tiene altibajos, pero hay que levantarse y mirar para adelante, trabajar en mejorar y en revertir la situación.

--No es fácil pedir paciencia a una afición que lleva viendo a su equipo 8 años en Segunda cuando es un histórico de Primera. ----Yo no llevo ni un año en Zaragoza y ellos tienen al equipo como una parte de su vida. No soy capaz de sentir lo que ellos sentirán en estos momentos duros, con las derrotas, viendo al equipo abajo y con tanto tiempo en Segunda, pero yo juego para el Zaragoza y a mí me duele perder cada partido, nos duele a todos. Por eso les pido que apoyen al 100% y que confíen en nosotros.

--El sitio del Zaragoza debe estar junto a su Athletic, que nunca bajó de Primera.

--Son dos clubs de la élite y con aficiones que lo dan todo por el equipo y que son importantes para ellos, por eso al Zaragoza le está costando tanto adaptarse a jugar sin la gente y los echamos tanto de menos. Pero también la afición tiene que ir con el equipo, no contra él, ir todos a una. Es la única fórmula para que club llegue alto.

"No me planteo volver al Athletic"

"No me planteo volver al Athletic"--¿Se ve volviendo algún día al Athletic?

--Es que ni me planteo eso. Yo, a principios de octubre, no salgo del Athletic pensando en volver, no miro atrás cuando cerré esa puerta para venir. Firmé tres años aquí, renovaré, me iré a otro sitio o Dios sabe qué pasará, pero no está en mi mente volver como objetivo. Si se da, lo haré encantado porque es el club de mi vida, pero ahora mi única visión es el Zaragoza y escribir mi propia historia como futbolista profesional.

--Su padre logró triunfar en el Athletic y usted solo, de momento, jugó en 11 ocasiones en el primer equipo. ¿Le pesa la sombra de Aitor Larrazabal?

--No, de verdad que no. Creo que siempre lo he gestionado bien, no me ha podido esa presión de decir como mi 'aita' ha hecho esto pues yo tengo que estar a su altura. Soy un chico muy positivo y sé que voy a triunfar, ojalá sea en el Zaragoza, pero no tengo ninguna presión por ser el hijo de Aitor para conseguir nada. Además, no nos parecemos como jugadores, somos muy distintos, él fue un gran lateral, siempre me decía que era de sangre fría, que apretaba los dientes y que no se le iba de la marca nadie. Además, también hizo su buen número de goles. Su ayuda y sus consejos siempre han estado ahí, pero no tengo más presión por ser su hijo.