Un centenar justo de saques de esquina lleva el Zaragoza con los tres que botó este viernes en la Nova Creu Alta, donde por fin un jugador blanquillo, en Sabadell 'tomate' por la segunda equipación, pudo cantar gol en un córner. Lo hizo Jair, que estrenó ese casillero teniendo en cuenta que el de Clau Mendes, en propia puerta ante Las Palmas, también llegó en esta especialidad tan vital en una competición tan igualada como esta Segunda, pero no lo anotó un zaragocista. La mejoría indiscutible en la estrategia a balón parado del Zaragoza trajo por fin esa diana que ya se adivinaba en los últimos partidos.

Y es que el Zaragoza, con un lanzador ya consolidado como Bermejo y con la seguridad del buen trabajo en esa estrategia, se ha hecho más punzante cuando llega la pelota parada. De ser casi inofensivo a convertirse en un equipo que hace daño desde la pizarra. Por fin. Y eso hay que elevarlo a la capacidad en el diseño de esas jugadas desde el banquillo, un valor indiscutible en el nuevo técnico.

Con JIM ya marcó Iván Azón de cabeza en Cartagena tras un saque de falta de Zapater y en Málaga lo hizo Vigaray en otro envío medido de Bermejo. Faltaba el de saque de esquina y esa frontera se superó en Sabadell para que la estrategia empiece a sumar réditos, muchos menos todavía que lo que ha costado en esta temporada, porque el Zaragoza ha encajado desde la pizarra 9 de los 26 goles oficiales que lleva. Pero cada vez defiende mejor esa faceta. JIM vio cómo León marcó en Copa en Alcorcón tras un córner y unos días antes lo hizo en Cartagena Andújar en una falta, pero en los últimos partidos los rivales no le hacen casi daño en la estrategia.