El Real Zaragoza ya está en dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras una eliminatoria en Tarragona ante el Nástic (1-3) llena de regalos por parte del equipo catalán, que se marcó dos goles en la primera parte, por medio de Juan Rodríguez y Goldar, y que también ayudó a que el disparo de Papu sentenciara el choque a falta de cinco minutos y cuando más sufrían los de Víctor Fernández después del gol de Pol Ballesteros. Fue un partido gris en general del Zaragoza, que pasó porque tuvo la fortuna que le falta a un Nástic creado para subir a Segunda y que mira a Tercera porque no le sale nada. El triunfo, además del debut oficial de Marcos Baselga y de Marc Aguado, hijo del 'gran capitán' Xavi, el jugador que más veces ha vestido esta camiseta, sirve para mantener la buena dinámica, aunque sobrecarga el calendario, porque al Zaragoza le espera también la siguiente eliminatoria el 22 de enero tras el sorteo que será este martes y que se realizará de nuevo condicionado con un cruce de nuevo a partido único.

Poco más ofreció en lo positivo el partido, donde el Zaragoza languideció tras el descanso, con una versión defensiva muy baja y con demasiados errores de concentración para que el Nástic, que fue a más en el segundo acto, sobre todo con la entrada de Pol Ballesteros y de Jonathan Pereira, creara varias ocasiones y soñara con la remontada. Víctor, tras meter a Marc Aguado y a Baselga, tiró de Soro en el tramo final y el ejeano fue clave para regalar un gol a Papu, justo antes de que el georgiano se marche cedido, si no hay sorpresas al Racing, y finiquitara el pleito. La Copa sigue viva para el Zaragoza, pero está claro que lo que importa es la Liga y el martes el partido en Las Palmas para seguir soñando con el ascenso.

Puso Víctor un once muy reconocible con Clemente como prueba en el lateral zurdo ante la previsible marcha de Lasure y con todos los jugadores de la categorías inferiores que se llevó a Tarragona en el banquillo. Con Javi Ros y James en el medio y con Papu y Álex Blanco en las bandas, para que Kagawa enlazara en ataque con Linares. La Copa entendida, pues, como prueba para la 'unidad B' en estos momentos, aunque en el once asomaran titulares como Clemente o James.

El equipo zaragocista empezó frío el partido, sometido por el Nástic, en descenso a Tercera y más animoso en los primeros minutos y con Amang al mando de las operaciones, pero una falta botada en corto por Álex Blanco con un buen centro de Javi Ros acabó en el primer gol de Juan Rodríguez, un certero cabezazo cuando Linares se disponía a rematar. Hasta el colegiado consoló al central del Nástic, que como equipo buscó levantarse, aunque ya notó ese mazazo.

El Zaragoza empezó a crecer por la banda de Álex Blanco y Clemente y con la participación de Kagawa, aunque Papu abusaba de la acción individual. Con todo, el equipo aragonés no pasaba apuros salvo en alguna acción de estrategia aérea, como el cabezazo de Pedro tras una falta. El Nástic dio otro paso adelante y Javi Márquez empezó a acumular balón y Brugué, a poner en más aprietos a Clemente. Javi Márquez probó suerte desde lejos y rechazó Ratón y de nuevo Brugué a centro de Albarrán la mandó desviada antes de que el Nástic encajara un segundo golpe en una buena jugada entre Kagawa y Delmás que Goldar envió a la red tras el centro del lateral zaragozano.

Ese segundo gol aún descolocó más al Nástic, que pudo encajar un tercero pero Papu, con todo a favor, envió fuera la vaselina mientras la grada pasó a cargar contra la directiva del Nástic, que era la viva expresión de la mala suerte. Sin embargo, el equipo de Toni Seligrat no se rindió, el paso por vestuarios trajo a Pol Ballesteros para amenazar a Delmás y sobre todo deparó un Zaragoza más blando en el eje, donde Guitián y Grippo fueron claramente a menos, dando la razón a la necesidad de refuerzos en el centro de la zaga. Así, Goldar tuvo la primera y Amang se encontró una mala salida de Guitián para mandar el balón fuera con todo a favor.

El Zaragoza ya no existía apenas, con Álex Blanco y Kagawa diluidos y Víctor optó por fortalecer el medio con Marc Aguado, que estuvo valiente para afrontar los peores minutos del equipo. Con Jonathan Pereira y Gerard Oliva en el campo para revolucionar todo el ataque local, el Zaragoza empezó a sufrir de verdad y mucho más lo hizo cuando Pol Ballesteros se giró ante la permisividad de la zaga y lanzó un tremendo latigazo al que no pudo responder Ratón. Oliva y Jonathan Pereira tuvieron el empate después y el meta zaragocista salió bien ante Ballesteros antes de que Papu rozara el gol en un buen disparo y lo marcara después tras una gran jugada de Soro. Ahí se acabó el duelo, con esa despedida en forma de gol del georgiano para sellar un pase de Copa con no pocos regalos para que el Zaragoza se pida otra ronda.

Nástic de Tarragona: Bernabé, Albarrán, Juan Rodríguez, Pol Domingo, Bonilla, Goldar, Javi Márquez, Montero (Ballesteros, m.46), Brugué, Pedro (Jonathan Pereira, m.64) y Amang (Gerard Oliva, m.64).

Real Zaragoza: Ratón, Delmás, Grippo, Guitián, Clemente, Javi Ros, James Igbekeme (Marc Aguado, m.55), Papunashvili, Álex Blanco (Soro, m.80), Kagawa y Linares (Baselga, m.69).

Goles: 0-1, m. 7: Juan Rodríguez, en propia puerta. 0-2, m.39. Goldar, en propia puerta. 1-2, m.68: Pol Ballesteros. 1-3, m.85: Papunashvili

Árbitro: Trujillo Suárez (Comité Canario). Amarillas por el Nástic a Albarrán, Goldar, Pol Domingo y Pol Ballesteros. Por el Zaragoza no hubo amonestados.

Incidencias: 3.680 especatdores, unos 300 zaragocistas, en el Nou Estadi.