Son dos veteranísimos, dos jugadores curtidos en mil batallas que han hecho carrera en casa pero, sobre todo, lejos de ella y ahora, en el tramo final de sus carreras deportivas, tienen el sueño de dejar a los equipos que llenan sus corazones en lo más alto, en la élite. Un último servicio, el más especial y bonito para ellos. Miguel Linares ama al Real Zaragoza y Nino, al Elche. Y ambos están destinados a tener un papel protagonista en la primera eliminatoria del playoff de ascenso que comienza este jueves en el Martínez Valero.

El de Fuentes de Ebro, de 37 años, relegado a un segundísimo plano durante buena parte de la temporada, ha visto como, a base de trabajo y esfuerzo, ha ido jugando más minutos. De hecho, ha sido el máximo goleador del equipo aragonés desde la vuelta de la competición con cuatro goles, y la baja definitiva de Luis Suárez y la provisional de Puado elevan su estatus dentro de la mermada delantera zaragocista y le abren la puerta de más minutos. Será uno de los estiletes del conjunto aragonés en estos encuentros finales de campaña.

Linares es un obrero del fútbol que ha tenido que esperar hasta el final de su carrera para poder cumplir uno de sus grandes sueños: defender el escudo del león. Lo hizo cuando era un chaval, pero con el Zaragoza B, y después comenzó un viaje cargado de goles en la maleta por Huesca, Barbastro, Alcoyano, Salamanca, Elche, Recreativo de Huelva, Real Oviedo y Reus, todos ellos entre Segunda B y Segunda. Ahora le queda la guinda del pastel: guiar a su amado Real Zaragoza a Primera, dejarlo donde merece estar.

Linares es culpable de ser muy zaragocista y no han sido pocos los gestos que ha dejado de amor a los colores: besos al escudo, celebraciones de goles sentidas, sufrimiento dentro y fuera del campo... Tras la durísima derrota contra el Real Oviedo que supuso la enésima oportunidad perdida de lograr el ascenso, al de Fuentes de Ebro se le vio muy tocado, sentado cariacontecido apoyado en una valla publicitaria del estadio tratando de encontrar una explicación a lo ocurrido ante el consuelo de un recogepelotas.

El broche de Nino

Parecido guion es el de la carrera de Nino, solo que el almeriense, que ahora tiene 40 años, es el jugador que más partidos oficiales (452) y minutos de juego ha disputado con el Elche, es el futbolista que ha marcado más goles (133) y el más veterano en jugar y anotar en los 98 años de historia de la entidad.

Eso sí, Nino, a diferencia de Linares, sí que sabe lo que es subir a con los ilicitanos (a Segunda), pero nunca llegó a jugar en la élite con el club. El delantero, todo un icono para la afición, que lo considera un jugador inmortal con su propia peña en el estadio, siempre ha admitido que jugar en Primera con su equipo sería la mejor forma de abrochar su brillante carrera deportiva.

Esta temporada, el capitán del Elche, que regresó al club hace cuatro años después de una década fuera para buscar ese ascenso, está más cerca que nunca, a solo cuatro partidos, de cerrar su carrera con el éxito colectivo que lleva persiguiendo desde hace 22 años. Además, ha tenido una gran participación sobre el terreno de juego y, a pesar de su edad, acumula 2.803 minutos en 40 encuentros y siete goles. Y por si fuera poco, no se le da nada mal el Zaragoza.