El Real Zaragoza es ahora mismo un equipo destrozado, un bloque sin la más mínima capacidad competitiva y que, sobre todo, se desangra en defensa, con unos números absolutamente vergonzosos. El Albacete, el equipo con menos capacidad ofensiva de Segunda, le hizo cuatro como quien cose, aprovechando los regalos y la mala disposición táctica de un bloque que es de todo menos un ente homogéneo. El Zaragoza de después del parón ha encajado 22 dianas en 10 partidos, trece de ellas en los últimos cuatro encuentros, donde el propio Albacete, el Oviedo y el Rayo le hicieron un póquer, algo que antes, en las 31 citas anteriores, solo había conseguido el Sporting. Con una defensa así no se va a ningún lado, aunque el Zaragoza se ha ido a un 'playoff' que disputará completamente roto y en el que salvo que recomponga la figura suena casi a quimera que pueda obtener ese billete después de rozar con los dedos de la mano el ascenso directo antes que el parón del coronavirus lo estropeará todo.

Estropeó sin duda la solidez de un Zaragoza, que antes del parón solo había encajado seis dianas en las 10 jornadas del 2020. El equipo de Víctor era un canto a la solidez, construido desde Cristian y con una defensa bien ensamblada con la llegada de El Yamiq para hacer dúo con Atienza y con el regular Nieto y el recuperado Vigaray en los flancos. Nada queda de aquello. Después de tres meses de parada futbolística el Zaragoza ha vuelto con un inmenso agujero que ha aumentado con el paso de los partidos. Ahora, directamente ya es una verbena. Una vergonzosa verbena.

Cristian ha dejado de ser un muro desde hace días, incluso está a un nivel impropio del excelso que siempre demostró. Con El Yamiq en la enfermería desde antes de jugar ante el Rayo, aunque también el marroquí había bajado el rendimiento con respecto a lo que mostró, con Nieto fundido y superado una y otra vez, mientras que Vigaray volvió en su peor versión tras su lesión y ayer fue un improvisado y desastroso central. Capítulo aparte merece Atienza, que cometió un penalti que supuso el 0-1 y engrosó su lista de fallos tras el parón. Otra pena máxima en Tenerife, un pase errado ante Álvaro contra el Rayo, otro ante Sandaza con el Alcorcón.... Todos fallos penalizados con goles claves. Mientras, Guitián se lesionó por forzarle con un edema óseo en la vuelta del fútbol, a Clemente Víctor no le tiene ninguna fe ni confianza y lo ratificó ayer con su injusta salida del equipo, de Nieto no hay relevo por la incomprensible salida de Lasure, Francés tuvo una buena irrupción en Lugo y el técnico lo borró tras el choque ante el Almería después de sufrir ante Appiah…. Errores y más errores. De todo tipo además.

El Zaragoza, en el Carlos Belmonte, dio todas las facilidades a un equipo que tan apenas tiene armas en ataque. Muy separados en sus líneas, permitiendo que el Albacete saliera en superioridad y ofreciendo un repliegue a pase de tortuga. Así es imposible. En el primer gol Nieto se la dio a Álvaro y la imprudencia de Atienza hizo el resto, el segundo tanto nació en una prolongación en un córner de Zozulia ante Vigaray, que se quedó anclado para permitir que Gosorito recogiera el despeje de Cristian, mientras que el tercero nació en un córner y en un pésimo repliegue de Eguaras y Delmás. El cuarto, nada más comenzar el segundo acto, incidió en la capacidad de este equipo de salir dormido tras el descanso. Ante el Oviedo y frente al Rayo ya hubo experiencias claras de eso. El gol, por cierto, comenzó en un saque de banda y en un centro de Pedro que pilló a Delmás mirando a otro lado. Vivir para ver.

Cuatro goles el Albacete, el Oviedo y el Rayo, tres el Alcorcón, dos el Almería y uno el Lugo, el Extremadura, el Huesca, el Girona y el Tenerife. 22 dianas, ningún partido con la portería a cero en 10 encuentros, con 2,2 goles de media. En las 31 jornadas anteriores solo llevaba 30 goles recibidos, menos de uno de media y con 13 jornadas dejando la puerta sellada. La diferencia es sideral y justifica de una manera clara el insoportable vacío que es este Zaragoza.