La afición de la Sociedad Deportiva Huesca no rebla ni siquiera en los peores momentos. A pesar de que el equipo ocupa puesto de colista, a cuatro puntos de la zona de salvación que marca el Athletic de Bilbao, y del duro golpe que supuso el tanto de Jorge Molina para el Getafe el fin de semana pasado cuando parecía que la primera victoria estaba al caer, la masa social del conjunto oscense volverá a responder. La cita es el próximo domingo a las 12.00 horas en Mendizorroza, donde se congregarán más de 600 seguidores azulgranas en busca de un triunfo que no se produce desde la primera jornada también en el País Vasco, en Eibar.

Las más de 500 entradas (ahí se contabilizan aficionados, peñas y protocolo) enviadas por el club vitoriano a la entidad oscense se agotaron la pasada semana. Además serán bastantes más los aficionados que asistirán por su cuenta al partido, por lo que el encuentro del domingo será, junto al primer desplazamiento de la temporada a Eibar, el más numeroso en cuanto a presencia azulgrana en las gradas.

En terreno vitoriano, el Deportivo Alavés no conoce la derrota ante el Huesca en sus enfrentamientos pasados, donde ha cosechado cuatro victorias y un empate en los cinco duelos en los que se han medido hasta ahora vascos y aragoneses. El Huesca visitará este domingo el estadio albiazul por primera vez en un encuentro correspondiente a la máxima categoría de fútbol y lo hará como colista de Primera.

El último resultado entre ambas escuadras con el Glorioso como local fue de 1-0 en la jornada 22ª de Segunda de la campaña 2015-16, gracias a un gol de Manu Barreiro. El único punto conseguido por los oscenses en Mendizorroza se logró en el curso 1991-92, tras un empate a cero en la tercera jornada de Segunda División B. Simples estadísticas que la escuadra que dirige Francisco intentará revertir, sobre todo para confirmar con puntos las mejores sensaciones.