Los Mossos d'Esquadra han detenido a 23 personas, dos de ellas menores, en la cuarta noche de incidentes tras el desalojo el lunes del centro 'okupa' de Can Vies, en el barrio de Sants de Barcelona, han informado fuentes policiales. El ayuntamiento ha valorado en 16.000 euros el coste de los daños producidos anoche.

De todos ellas, 14 fueron detenidas en la portería que se habían refugiado, y las mismas fuentes han precisado que portaban guantes y pasamontañas.

Esta cifra de detenidos en los incidentes de la última noche se suman a los dos que fueron arrestados el lunes, los seis del martes y los 30 del miércoles --61 personas en cuatro noches--.

De todos ellos, a primera hora de este viernes quedan detenidos una docena de la noche del miércoles, a la espera de pasar a disposición judicial, más allá de los detenidos la noche del jueves.

Los incidentes han tenido otra vez su epicentro en la calle de Sants, una vez disuelta la cacerolada en la que un millar de personas protestaba por el desalojo de Can Vies, con cargas policiales y quema de contenedores.

Daños en mobiliario urbano

Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en, al menos, 16.000 euros los daños causados anoche en el mobiliario urbano por los jóvenes encapuchados. Fuentes municipales han informado que se quemaron 16 contenedores y algunas papeleras, y se causaron daños en otro tipo de mobiliario como señales de tráfico, marquesinas y paneles publicitarios.

Los encapuchados, que se enfrentaron a los agentes antidisturbios desplegados en el barrio, también provocaron importantes destrozos en entidades bancarias, en una de las cuales provocaron un incendio.

Durante los tres primeros días de protestas, el lunes, martes y miércoles, los manifestantes ha quemado cerca de 200 contenedores y cada día unos 200 se han volcado en las calles del barrio.

Esta mañana, en el edifico de Can Vies, que tiene una parte derruida, no trabaja ningún operario, mientras continúa en el lugar la excavadora que hace dos días quemaron los manifestantes que protestaban por el desalojo de este centro social ocupado desde hace 17 años.

La excavadora con la que se tenía que demoler el edificio está totalmente calcinada y tiene pintada la palabra "guerra".

También esta mañana una furgoneta de recogida de chatarra se ha llevado restos de metal del derribo de parte de Can Víes, que estaban en medio de los escombros, y que se encuentra sin vigilancia, ni de la seguridad privada del Metro, ni de la Guardia Urbana, como en días anteriores.

Muchos periodistas se han congregado desde primeras horas de hoy delante de Can Vies, donde estaba previsto celebrar una rueda de prensa con los miembros de la Plataforma de Apoyo a Can Vies, y que finalmente se celebrará en Can Batlló debido a la lluvia.