Sentencia ejemplar y sin apenas precedentes contra el culpable de un accidente de tráfico. Johannes Winandus Jager, el conductor holandés ebrio que el 27 de junio provocó el choque en la N-340 en Cambrils (Tarragona) en el que murieron dos hermanas, de 25 y 19 años, ha sido condenado a tres años de cárcel. Se quedará, además, cinco años sin carnet de conducir y deberá abonar una indemnización a la familia de las fallecidas de 177.000 euros (29,4 millones de pesetas).

El veredicto, emitido ayer por el titular del Juzgado Penal número 1 de Reus, Juan Delgado Cánovas, considera probado que Jager cometió un delito contra la seguridad del tráfico, dos de homicidio por imprudencia grave y otro de lesiones. El juez sostiene que su grado de intoxicación etílica, más del triple del límite legal, fue determinante.

La sentencia desecha, en cambio, los argumentos de Johannes quien, tras admitir que bebió seis o siete cervezas, dijo que tuvo un ataque de tos, se le cruzó un perro, se desmayó y perdió el control del todoterreno. El vehículo, tras quedar detenido en el carril contrario, fue embestido por el coche de las víctimas. Tomás Gilabert, abogado defensor, afirmó en el juicio que su cliente tenía una afección coronaria que le producía pérdidas de consciencia esporádicas, pero el juez razona que beber con esos precedentes y conducir "también hubiera sido imprudente".

15 CERVEZAS SIN ALCOHOL Durante la vista, el acusado explicó que el día de autos estuvo trabajando en el bar de su propiedad. Allí bebió unas 15 cervezas sin alcohol mientras veía el partido de la Eurocopa Holanda-Suecia y, tras cerrar el establecimiento, tomó las "seis o siete cañas".

La pena es sólo levemente inferior a la pedida por el fiscal y por Ramon Marcer, letrado que ejerció la acusación particular de la familia de las fallecidas, Ana y Yolanda. Ambos pidieron cuatro años de prisión y la retirada del carnet durante seis años, las penas máximas previstas por la ley. Tanto Marcer como Francisco Javier Zapater, abogado de Nuria, una joven que sufrió heridas graves en el siniestro, creen que el fallo es justo.

"Espero que sirva de ejemplo a quienes circulan borrachos y ponen en peligro su vida y la de los demás", indicó Zapater. Marcer recordó: "Hay dos padres que no volverán a ver a sus hijas".

El abogado defensor calificó a su cliente de "chivo expiatorio" y anunció que recurrirá contra el veredicto ante la Audiencia Provincial. El holandés está en la cárcel de Tarragona desde el 27 de junio y permanecerá allí hasta que cumpla la sentencia o la Audiencia estime el recurso.