La vicepresidenta del Gobierno central en funciones, Carmen Calvo, rehuyó ayer confirmar si se van a mirar en el espejo aragonés a la hora de intentar conformar un Ejecutivo en septiembre. Calvo, que asistió a la toma de posesión de Lambán para respaldarle, junto con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, no contestó directamente a la pregunta de los medios sobre si Podemos será parte del futuro Gobierno.

De hecho, la vicepresidenta remarcó que la situación en España ha vuelto al punto de partida, que ahora «no hay candidato», y por tanto la situación concierne a «todos los partidos». De ahí que no apuntase exclusivamente a Podemos, sino a todo el arco parlamentario. O al menos a aquella parte de él que quiere «sostener el orden constitucional y la unidad territorial de España».

UNIDAD TERRITORIAL / Calvo insistió en varias ideas clave. La primera, el veto a los independentistas. Pero para ello, aclaró, todos los partidos tendrán que «asumir su responsabilidad» y decidir si quieren «construir o destruir», si «hacemos caso a las urnas o nos desentendemos».

A juicio de la vicepresidenta, los resultados del 28 de abril dejaron claro que España quiere, por una mayoría «no suficiente hasta el momento pero sí amplia», que se conforme «un Gobierno progresista, feminista y que no se tenga que sustentar sobre el independentismo».

Y de igual forma remarcó en varias ocasiones, ante los medios, que este tendrá que ser liderado por el PSOE, claro ganador de los comicios, ya que «dobla en votos al segundo y al tercero». y en esta iniciativa, al estilo de lo que venía defendiendo el PSOE aragonés durante las negociaciones, emplazó a «empezar por el principio, con un programa», antes de hablar de puestos.

Su mensaje fue en realidad más para la que será la oposición. En sus palabras, a estos partidos a los que «tanto les preocupa la unidad territorial y no hacen nada, de forma positiva y propositiva», para evitar que el futuro Ejecutivo dependa de los independentistas.

La vicepresidenta también se refirió a la petición de la Fiscalía de imputar a Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes por la financiación ilegal del PP. A su juicio, es «inentendible» que Ciudadanos apoye a los populares, por ejemplo en la Comunidad de Madrid en coalición, porque a su juicio con estas posturas «se quedan desnudos frente a la opinión pública, sosteniendo la corrupción». A su juicio, los de Ciudadanos «vinieron a ocupar el centro y la innovación, y lo que han hecho es apoyar a Vox».

En cuanto al PP, más allá de las imputaciones, Calvo consideró que en la actual situación debería «hacer revisión de cuál es su sitio», porque «lo único que pueden por España es allanar el camino a quien sí ha ganado las elecciones» y puede gobernarla.

En cualquier, Calvo considera que «aún hay tiempo por delante» antes de que «las elecciones se convoquen solas» para seguir negociando, porque «para los socialistas, la política no será nunca dar la espalda a los problemas», aseguró.