Los cortes de carretera realizados ayer en Cataluña con motivo de la huelga general afectaron al tráfico en las vías nacionales que discurren entre las provincias de Huesca y Zaragoza y la de Lérida. La mayor retención se produjo en la autovía A-22 y en la carretera N-240. A lo largo de la mañana se formaron colas, en dirección a Cataluña que llegaban hasta las cercanías de Barbastro, según indicaron fuentes del Centro de Gestión de Tráfico.

Asimismo, se produjeron afecciones al tráfico en la AP-2, dado que se llevaron a cabo cortes en los kilómetros 140,2, situado a la altura de Lérida, y en el 160, 8, en el desvío de Borjas Blancas. Por otro lado, también se registraron afecciones en la N-260, que une Lérida con el valle de Arán, debido a múltiples protestas en esta vía, que en parte de su trazado discurre por la zona oriental de las comarcas de La Litera y la Ribagorza.

Sin embargo, la vía que registró mayores problemas fue la A-2, que comienza en Fraga al desdoblarse la N-II. Esta es la principal vía de acceso para las mercancías aragonesas que se transportan a Cataluña, principalmente al área metropolitana de Barcelona.

En este sentido, la autopista AP-2 desempeña un papel secundario, debido a que es de peaje, y se utiliza más para dirigirse a Tarragona y a la Costa Dorada.

Fuentes de los sindicatos de transportistas señalaron que los camioneros aragoneses realizaron los desplazamientos tomando muchas precauciones, conscientes de las dificultades para circular por la mayor parte de carreteras, en especial las más transitadas, que fue donde los huelguistas volcaron todo su esfuerzo para dar la impresión de que el paro era total.

Ya lejos de la frontera con Aragón, también se registraron incidentes en la AP-7 y la N-340, que corren paralelas a la costa mediterránea, y en la C-31, que entra en Barcelona por el sur y atraviesa a continuación la comarca del Maresme.