Entre 150 y 200 trabajadores de Endesa en Aragón podrían acogerse al plan de bajas voluntarias de la compañía, según estimaciones de UGT. La mayor parte de estas salidas corresponderían a la plantilla de la térmica de Andorra, que se cerrará dentro de cinco meses, donde casi 100 de los 140 efectivos de la planta cumplen las condiciones para abandonar la empresa por esta vía, que permite a los afectados cobrar entre el 60% y el 80% de su sueldo --en función de la edad que tengan-- hasta el retiro definitivo. Aunque es un proceso de carácter voluntario, el recorte de personal tendrá un fuerte impacto en la comunidad, ya que afectaría a un tercio de las 550 personas que la eléctrica emplea en esta demarcación, en la que se incluyen 11 empleados de Soria.

Este recorte de la plantilla de manera no traumática forma parte del nuevo convenio colectivo, que se ha desbloqueado tras dos años y medio de infructuosas negociaciones gracia a la publicación este miércoles del laudo artbitral al que acordaron acogerse la empresa y UGT. El árbitro que ha mediado en el conflicto entre las partes es el exministro de Trabajo Manuel Pimentel.

Las salidas voluntarias tendrán que contar con el visto bueno de la empresa que tiene con aproximadamente 9.000 trabajadores en España. La empresa no ofrece una estimación de las potenciales salidas, pero desde el sindicato apuntan a una cifra entre los 800 y los 1.200 trabajadores a nivel nacional.

CON MÁS DE 50 AÑOS

El número de empleados aragoneses que cumplen con las condiciones del plan de bajas es mayor, ya que hay 340 con más de 50 años de edad --a un mínimo de 15 para la jubilación-- y, al menos, 25 años cotizados, según datos del citado sindicato. Desde UGT consideran, sin embargo, que no será posible la salida de un volumen tan elevado de empleados por razones operativas y de mantenimiento de servicios, además de que pueden darse casos en los que la compañía prefiera no perder trabajadores con una alta cualificación.

El colectivo que tendrá prioridad en este proceso será el que trabaja en las térmicas de carbón como la de Andorra, ya que tienen una inminente fecha de clausura. En la central turolense hay casi 100 empleados con más de 50 años y una amplía antigüedad en la empresa, es decir, dos tercios de los efectivos de la planta, según fuentes del comité. Los 40 empleados restantes que no cumplen las condiciones para prejubilarse serán recolocados a otros centro de trabajo. De hecho, una veintena de ellos ya ha sido trasladados desde que la compañía decretó el cierre hace un año. En esta instalación energética quedan ahora en activo 125 trabajadores de Endesa.

Al margen de la situación de Andorra, se prevé que entre 50 y 100 empleados del resto de la comunidad salgan por esta vía de la eléctrica, que tiene en Zaragoza dos importantes centros de trabajo: en la calle Aznar Molina, donde está la sede central y las oficinas; y en el polígono Argualas, que acoge el centro de control desde donde se opera la red eléctrica de Endesa en Aragón y Soria.

«El plan de bajas es necesario en Aragón por el envejecimiento de buena parte de la plantilla y el cierre de la central», ha apuntado Antonio Estella, secretario de la sección sindical de UGT en la comunidad. Aunque se mostró satisfecho con la resolución del convenio, lamentó los efectos que la reforma laboral han tenido en la negociación. «Los sindicatos estamos vendidos porque no podemos negociar en igualdad de condiciones», ha lamentado.

La medida de bajas voluntarias, sobre la que ya existía un importante consenso entre la empresa y los sindicatos antes del arbitraje, se basa en cuatro tramos en función, no de la edad, sino del tiempo que les quede a los trabajadores para jubilarse. A aquellos a los que les faltan 15 años se les abonará el 60% del sueldo, mientras que según disminuye el tiempo para jubilarse se eleva al 70% o al 75%. A quienes les falten 5 años para jubilarse, recibirán el 80% del sueldo durante ese tiempo, según han explicado fuentes de la empresa.

CONTRATACIÓN

El plan de prejubilación de Endesa vendrá acompañado de otro para de incorporación de nuevos trabajadores, con el que se podría producir en torno a 1.000 contrataciones, lo que cubrirá la mitad de las salidas previstas, según augura UGT. En el caso de Aragón, esta cifra rondaría los 50 nuevo empleados, de acuerdo con el peso que tiene la comunidad en la estructura laboral de la compañía.

Desde Endesa destacaron que «el mero hecho de que ya tengamos la resolución del laudo arbitral es muy positivo para todas las partes, ya que permitirá en breve firmar el convenio colectivo». «Termina así un periodo de incertidumbre que no era positivo ni para la plantilla ni para la compañía, y ahora se podrán afrontar los retos que nos plantea la Transición Energética de manera clara y decidida», señalaron fuentes de la compañía, que eludieron valorar el efecto que tendrá en Aragón y la térmica de Andorra el plan de prejubilación pactado.