Todo indica que el socialista Javier Lambán será investido el próximo miércoles como presidente de Aragón por segundo mandato consecutivo. Así lo hace prever el preacuerdo alcanzado el viernes con Podemos y que cuenta con el visto bueno de CHA y PAR, aunque las bases del partido morado serán las que decidan en última instancia si Lambán vuelve a liderar la DGA durante los próximos cuatro años. El secretario general de Podemos, Nacho Escartín, pidió ayer a sus 6.800 inscritos activos que ratifiquen el pacto -el «mejor» que se podía lograr- y el documento «programático» consensuado entre PSOE, Podemos, PAR y CHA y que incluye 132 medidas «concretas». El partido morado entrará con una consejería propia y compartirá un Gobierno atípico con PSOE, CHA y PAR.

Escartín confió en que el preacuerdo será apoyado de forma «mayoritaria» por sus bases, que solo tienen la opción de votara favor de entrar en el Gobierno tras un acuerdo que no pasó por la dirección del partido. De hecho, cuestionado por lo que sucedería si los inscritos rechazan el preacuerdo, el líder de Podemos aseveró que «no nos planteamos ese escenario». El resultado se sabrá «a primera hora del martes», según dijo Escartín. Ese mismo día comienza en las Cortes de Aragón el debate para la investidura de Lambán, que el miércoles podría ser investido en primera votación con el apoyo de los cinco diputados de Podemos-Equo.

CINCO DIPUTADOS IMPRESCINDIBLES/ Esos cinco votos son imprescindibles para que el PSOE alcance la mayoría absoluta de 34 diputados. Por el momento, Lambán cuenta con sus 24 diputados, los tres del PAR, el mismo número de CHA y el único de IU. El preacuerdo consta de 132 medidas consensuadas por PSOE y Podemos, pero también por el PAR y por CHA. «Todas las partes pueden sentirse cómodas con este preacuerdo», subrayó ayer Escartín en una rueda de prensa.

Sin duda, las diferencias entre Podemos y el PAR, sobre todo en materia de fiscalidad, se han erigido estas últimas semanas como el principal caballo de batalla para ese preacuerdo. También el papel que tenía que jugar el partido morado en el nuevo Gobierno. En este sentido, Escartín dejó claro ayer que Podemos-Equo «participará» en el Consejo de Gobierno de Lambán, aunque no quiso desvelar de qué forma.

No obstante, diversas fuentes consultadas ayer por este diario confirmaron que la formación morada contará con una consejería propia (en las últimas semanas se había hablado de la posibilidad de una consejería, varias direcciones generales, o bien una combinación de ambas). En principio, el PAR, socio «preferente» del PSOE, era reacio a compartir consejo de Gobierno con los podemistas, aunque finalmente ha tenido que ceder. Escartín insistió ayer en que su partido tendrá capacidad para desarrollar áreas concretas, pero no quiso ir más allá «por prudencia y respeto al resto de partidos».

Por otra parte, el líder de Podemos en Aragón subrayó que el preacuerdo, que también debe recibir el visto bueno del resto de formaciones que han trasladado su apoyo a Lambán, permitirá «blindar» los derechos adquiridos en los últimos años y «garantizar» las políticas progresistas durante esta próxima legislatura.

EJERCICIO DE «RESPONSABILIDAD/ Escartín destacó que es un preacuerdo para los cuatro años de legislatura y que permite «dejar fuera un pacto de derechas. Han sido semanas intensas en las que ha primado la discreción y la responsabilidad porque en Podemos no queríamos que hubiera políticas de derechas ni una repetición electoral», subrayó Escartín, que añadió que el Gobierno afrontará los retos «de la despoblación, el ecologista, el feminista y el de la igualdad y la precariedad».

Por todo ello, el líder de Podemos en Aragón destacó que todas las partes han antepuesto el interés colectivo al partidista. «Todos hemos cedido; es un pacto equilibrado», dijo. No obstante, apuntó que faltan por cerrar algunos flecos e indicó, por ejemplo, que a lo largo de los próximos días se deberán cerrar «las medidas de control y seguimiento» para los próximos años.

A este respecto, el preacuerdo alcanzado incluye que Lambán no podrá negociar ni pactar cuestiones relacionadas con el documento programático con los partidos que no apoyan su investidura (PP, Ciudadanos y Vox).

El preacuerdo deberá ser ratificado por las ejecutivas de los partidos que entrarán en el Gobierno de Lambán (PAR y CHA, ya que IU dará su apoyo a la investidura, pero no participará en un programa de gobernabilidad conjunto). La ejecutiva del PSOE se reúne mañana y también deberá dar su visto bueno.

Todo hace indicar que las bases de Podemos se inclinarán por apoyar el documento, a pesar de que hay una fuerte y amplia corriente crítica que lo cuestiona y que es partidaria de apoyar la investidura para neutralizar un Ejecutivo en el que Vox tuviera influencia pero no participar de un Gobierno con otro partido conservador y alejado de Podemos como es el PAR. Ayer por la tarde surgieron numerosas voces críticas con la forma y el modo en el que se ha alcanzado el acuerdo. La más destacada, la de la diputada autonómica Erika Sanz, que anunció públicamente que no votará: «No participo porque no existen más opciones para que decidan las bases como por ejemplo, apoyar la investidura pero no entrar en ese gobierno y ser oposición, que sería lo que yo votaría ya que creo que podemos ser mucho más útiles a los intereses de la gente trabajadora desde la oposición de izquierdas que dentro de un gobierno con una posición de subalternidad al Psoe-Par. Seguramente si esta consulta hubiera pasado por el órgano de dirección que es el Consejo Ciudadano de Aragón, habría habido un debate en el que consensuar todas las opciones pero tampoco ha sido así, quedando la pregunta acotada a la decisión que han tomado muy pocas personas basándose en su intención».