"Las políticas que protegen los recursos naturales contribuyen a crear sociedades más justas", comienza el informe que sobre los Recursos Mundiales acaba de publicar el Ministerio de Medio Ambiente. Una convicción donde el reciclaje y la reutilización de los residuos es un asunto de vital importancia para asegurar esos recursos y, de esta manera, proteger la calidad de vida del futuro, lo que ahora se denomina desarrollo sostenible, y que, según este informe, repercute en el ámbito social, ambiental, cultural y económico.

Más aún cuando, por ejemplo, en Zaragoza cada año se acumula un número mayor de basuras. En el 2003, la ciudad generó cerca de 6.000 toneladas más que en el 2002, contando la recogida selectiva y los puntos limpios. Es decir, cada zaragozano depositó en los contenedores correspondientes 426,3 kilogramos anuales de residuos orgánicos, vidrio, envases ligeros y papel. Algo más de un kilogramo (1,16) de basura diaria por habitante, que coloca a Zaragoza en los parámetros nacionales medios

Si una sola pila de botón puede llegar a contaminar 600.000 litros de agua, si reciclar una tonelada de papel salva 17 árboles, si el vidrio es cien por cien reciclable y la energía ahorrada con una botella de vidrio mantiene encendida una bombilla de 100 watios durante cuatro horas, si reciclando una lata de aluminio se ahorra suficiente energía como para hacer funcionar un televisor por 3 horas y media, si cada tonelada de vidrio reciclado ahorra 130 kilogramos de combustible.... ¿por qué no hacerlo?

Las estadísticas señalan a Zaragoza como una de las ciudades españolas más concienciadas a la hora de separar la basura urbana. Eso no quita para que exista un 25% de hogares aragoneses que declare, según un estudio de Ecoembes, que no separa ningún tipo de residuo domiciliario. Entre los motivos que alegan, el 60% se debe a la incomodidad, el 54% a la falta de costumbre y el 21% porque generan cantidades muy pequeñas. Y es aquí, con estos datos, en donde las políticas municipales más hincapié deben realizar.

Toneladas de basura

La capital aragonesa recuperó el pasado año, de los más de 2.500 contenedores amarillos distribuidos por la ciudad, hasta siete kilos por habitante y año, es decir, más de cuatro toneladas. Además, sólo se registró un rechazo --material depositado que no era envase-- del 10%.

Según el nuevo plan integral de residuos, estas toneladas de envases ligeros ya no se trasladarán a la planta de clasificación y reutilización de Tudela (Navarra), como venía haciéndose hasta ahora, para, a partir de ahí enviarlos a los gestores correspondientes. Sino que Zaragoza, entre otras localidades, tratará su propia basura.

Todo un avance que, en parte, ya viene haciéndose con el reciclado de vidrio. En este caso, en el 2003 se recogieron en Zaragoza 5.435.470 kilogramos en los 804 igloos de la ciudad. Respecto al papel-cartón, los zaragozanos se deshicieron el pasado año de un total de 13.154.750 kilos, de los 12.072.500 fueron depositados en 874 contenedores azules, 450.630 en los puntos limpios y 631.620 a través del servicio municipal de recogida puerta a puerta en los comercios. Todo este papel es de nuevo utilizado por Saica.

La ley obliga a que la cantidad total de los residuos urbanos biodegradables destinados a vertedero no supere en el 2006 el 75% de los generados en 1995. Y sobre los envases, se valorizará un mínimo del 60% en peso de estos residuos y se reciclará entre un 55% y un 80%. Zaragoza se prepara en infraestructuras para ser sostenible, pero sólo lo será si el ciudadano lo quiere.