Zaragoza provincia ofrece a los visitantes multitud de experiencias para disfrutar de unas vacaciones o escapadas de fin de semana muy cerca de casa. Son numerosas las posibilidades que las comarcas y localidades zaragozanas ofrecen a lo largo de todo el año. Sin necesidad de realizar grandes desplazamientos, es posible disfrutar de un sinfín de propuestas de arte y cultura, del contacto directo con la naturaleza y de alternativas de ocio para todos los gustos y edades.

Para comenzar están las visitas ‘imprescindibles’ para todo viajero que desee conocer la riqueza cultural de este territorio, empezando por su importante patrimonio mudéjar, con tres iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: la iglesia fortaleza de Santa María de Tobed, la iglesia de Santa Tecla de Cervera de la Cañada y la colegiata de Santa María de Calatayud, y otros bellos ejemplos en localidades como Torralba de Ribota, Ateca, Longares, Tauste, etc.

Entre los monumentos de la provincia también destacan los tres grandes monasterios cistercienses de Veruela, Rueda y Piedra, este último con su vergel de jardines y cascadas, y el románico de las Altas Cinco Villas, con Sos del Rey Católico y Uncastillo como principales exponentes. Para los amantes de la historia y los acontecimientos del pasado, otro lugar de visita imprescindible es Belchite y las ruinas de su pueblo viejo, escenario de una de las batallas más sangrientas de la Guerra Civil, convertido hoy en un símbolo de la sinrazón bélica.

Otra posibilidad para quienes viajan por la provincia es seguir la huella de Goya en su casa natal y el Museo del Grabado de Fuendetodos, y dejarse llevar por el genio del artista universal visitando sus pinturas en municipios como Muel, Alagón y Remolinos. Tarazona y su magnífica catedral y judería, o el bello conjunto medieval de Daroca, también merecen una visita sosegada, para viajar en el tiempo y sumergirse de lleno en las historias del pasado, con multitud de leyendas y episodios heroicos que conocer.

JOYAS MENOS CONOCIDAS

Tesoro escondido. El manantial de Aguallueve, en Anento, uno de los pueblos más bonitos de España. Foto: DPZ / El Periódico de Aragón

Además de estos populares enclaves, la provincia de Zaragoza guarda otros tesoros menos conocidos para visitar con calma y tranquilidad. Algunas de estas joyas son el castillo de Mesones de Isuela, muy próximo al célebre castillo del Papa Luna de Illueca y tan bien conservado que parece sacado de una película, y otras fortalezas como las de Trasmoz o Sádaba. En esta nómina de edificios singulares destaca también el palacio de los duques de Villahermosa, en pleno centro de Pedrola, en el que discurren parte de los acontecimientos del Quijote de la ínsula Barataria.

El viajero también puede remontarse más atrás en el tiempo y descubrir las huellas del pasado romano de la provincia en los restos de la presa de Almonacid de la Cuba, los yacimientos de Los Bañales y Bílbilis o el mausoleo de Fabara. De gran interés geológico es el yacimiento de Murero, considerado la Capilla Sixtina de los trilobites y una ventana única para estudiar la vida de hace 500 millones de años.

Otros rincones con encanto surgen al paso de los viajeros en su recorrido por la provincia, como la localidad de Anento, uno de «los pueblos más bonitos de España», con un casco urbano de cuento dominado por su espectacular torre y castillo, y su popular Aguallueve, un manantial que cae continuamente en forma de gotas de agua creando un espectacular relieve con paredes de piedra y musgo y pequeñas grutas escondidas en su interior.

TIERRA DE SENSACIONES

Belleza en los muros. Uno de los murales de arte urbano de la localidad de Alfamén. Foto: DPZ / El Periódico de Aragón

Todas estas visitas culturales se completan con las experiencias que los visitantes pueden disfrutar durante su estancia en tierras zaragozanas y que se salen de lo habitual, para permitir al viajero vivir la historia y la cultura en primera persona a través de los cinco sentidos. Entre otras cosas, hoy en día se puede visitar una fábrica de hidromiel y hacer una cata de esta legendaria bebida de los íberos, los romanos y los vikingos, o realizar una visita guiada al Museo de las Momias de Quinto, único en España y casi en el mundo.

Quienes recorran la provincia de Zaragoza este verano también tienen la posibilidad de dormir en Grisel en un castillo del siglo XIV, declarada la mejor experiencia turística del 2019 en Aragón, o revivir la batalla del Ebro en el museo que tiene dedicado en Fayón, con más de 1.000 metros cuadrados con dioramas, uniformes, armas, vehículos, mapas, fotos, etc.

Otra posibilidad es disfrutar del mejor arte urbano en localidades como Torrellas, Aladrén o Alfamén, en las que grandes artistas han dejado su huella en forma de murales y graffitis.

Y después de una larga jornada de visitas para conocer los lugares más espectaculares de la provincia, nada mejor que relajarse y dejarse mimar en alguno de los balnearios que se pueden encontrar en la Comunidad de Calatayud o en los muchos establecimientos con encanto de la provincia, mientras se disfruta de alguno de los exquisitos vinos de las tres DO de Zaragoza provincia: Calatayud, Cariñena y Campo de Borja, cuyas bodegas también ofrecen catas y distintas experiencias sensoriales a los amantes del enoturismo.

PLANES CON NIÑOS

Los niños han sido uno de los colectivos a los que más ha afectado la crisis sanitaria y el confinamiento decretado para detener la propagación del coronavirus. Ahora que llegan el verano y las vacaciones, es momento de dedicarles más tiempo y poder realizar actividades en familia para que se diviertan, aprendan y al mismo tiempo estimulen su creatividad. En la provincia de Zaragoza existen numerosos planes para hacer con niños, como por ejemplo la posibilidad de jugar como nuestros padres y abuelos en el Museo de los Juegos y los Deportes tradicionales de La Almunia, visitar el Museo de la Mina de Mequinenza y meterse en la piel de un auténtico minero, o modelar barro con sus propias manos en el Taller Escuela de Cerámica de Muel. Los más intrépidos y exploradores también pueden conocer la Edad de Hierro en el parque arqueológico de Burrén en Fréscano, o dar un paseo en segway o en un trineo tirado por perros entre los viñedos de la Ruta de la Garnacha. También hay experiencias para los más pequeños como la de divertirse y aprender más sobre los animales en una granja escuela como las de Cerveruela y Tobed.

AVENTURA Y NATURALEZA

Cañón de película. Barranco de la Hoz Seca, entre Jaraba y Calmarza. Foto: DPZ / El Periódico de Aragón

Los amantes de la naturaleza y la aventura encontrarán en la provincia de Zaragoza un amplio abanico de alternativas para dar rienda a sus aficiones y liberar grandes dosis de adrenalina. Sus diversos paisajes son el mejor escenario para desconectar de la ciudad y de la rutina diaria, realizando alguna ruta o excursión o practicando todo tipo de actividades deportivas, incluidas las acuáticas.

Zaragoza provincia cuenta con diversos espacios naturales protegidos en los que perderse, como el parque natural del Moncayo, las reservas naturales de la laguna de Gallocanta, los sotos y los galachos de La Alfranca y las saladas de Chiprana, el paisaje protegido de la sierra de Santo Domingo (en las Altas Cinco Villas) y el humedal Ramsar de las saladas de Sástago-Bujaraloz. Además, también se pueden recorrer otros paisajes increíbles como los Aguarales que la erosión ha modelado en Valpalmas; el barranco de la Hoz Seca, un cañón de película entre Jaraba y Calmarza; los Ojos del Pontil, un humedal en plena estepa en Rueda de Jalón; o la sierra de Armantes, cerca de Calatayud, con sus formaciones rocosas que parecen sacadas del Lejano Oeste.

El Mar de Aragón y el embalse de Ribarroja, situados al este de la provincia de Zaragoza, son un paraíso para los amantes de la pesca y de los deportes náuticos. Para los que buscan emociones fuertes, Murillo de Gállego ofrece todo tipo de deportes de aventura, y otra opción son los descensos en kayak por el río Ebro o las rutas en BTT por la zona del Moncayo, por la "cara oculta" del Moncayo, por las Altas Cinco Villas o por la sierra de Armantes.