La práctica que propongo es un trabajo de conciencia. Tu cuerpo sentido desde lo más sólido a lo más sutil. Lo que el cuerpo genera cuando se mueve y el rastro que deja en el aire.

Los puntos de apoyo del cuerpo y las infinitas direcciones, que combinados y alejados de las partituras que conoces, puedan dar a tu cuerpo otra fluidez.

Propongo pautas de movimiento simples, continuas y desde ahí, dejarse llevar. Parar el juicio constante de lo que el cuerpo debe hacer o no es fundamental para poder avanzar en las anotaciones que se propongan.

Desde estas pautas vamos recogiendo aspectos que más tarde, aplicados a tus estudios de las técnicas o recorridos formales de la danza, ayudan a una mayor conciencia y mejora de los recorridos.

Si bien es un taller eminentemente práctico, te proponga vengas con un cuaderno en el que puedas anotar recorridos o palabras que te ayuden a reconectar y profundizar.

El uso del cuerpo en movimiento y la imaginación serán los motores para la experiencia y el aprendizaje.