En la experiencia del arte tiene lugar un peculiar intercambio; yo le presto mis emociones y asociaciones al espacio y el espacio me presta su aura, que atrae y emancipa mis percepciones e ideas.

Una de las motivaciones para la búsqueda del espacio público surge del deseo de relacionarse con otras condiciones espaciales distintas a las usuales a las que adaptar la anatomía humana y su movimiento; el suelo plano y despejado se sustituye por uno que se pliega formando escaleras, rampas y desniveles.

En este curso jugaremos e investigaremos todas las posibilidades de movimiento y adaptación que nos ofrece la arquitectura. El cuerpo en movimiento, el estar aquí y ahora, el desplazamiento, el juego con el peso, el fluir de la energía, el vaivén del tiempo y el silencio, percibir con todos los sentidos, concentrarse en la respiración, dejarse llevar y estar abierto al encuentro...

La creación artística en el espacio público es la respuesta a situar la danza en circunstancias cambiantes, en el gusto por proponerle al cuerpo condiciones variadas que sirvan de estímulo y le ofrezcan la posibilidad de desarrollar nuevas estrategias coreográficas.