Cine y espionaje han formado a lo largo del último siglo un tándem creativo casi perfecto, una dupla capaz de inspirar cientos de películas y de crear un género cinematográfico en sí mismo. Ahora, una exposición del CaixaForum Zaragoza se sumerge en todo ese universo explorando la relación entre dos mundos aparentemente alejados pero conectados durante décadas.

Con la colaboración de la Cinémathèque française, ‘Top Secret. Cine y espionaje’ repasa la figura fascinante de los espías, desde Mata Hari hasta Carrie Mathison, pasando por James Bond y Edward Snowden. Tras exponerse en París y los CaixaForums de Madrid y Barcelona, la muestra se podrá visitar en Zaragoza hasta el 25 de agosto para viajar luego a los centros de Sevilla y Valencia.

Uno de los aspectos más interesantes de la exposición es que muestra diferentes objetos utilizados por espías reales a lo largo de la historia: una cámara-mechero de 1951, rublos y dólares con compartimentos secretos de la década de 1970, máquinas rusas de cifrado del año 1956, anillos que contienen veneno del servicio secreto británico, un detector de mentiras de 1979, un paraguas búlgaro con punta envenenada o maletines de la Stasi para hacer fotos clandestinas y disfrazarse con bigotes y pelucas postizas. 

De hecho, durante el recorrido se aborda la historia de las técnicas desplegadas por los agentes de los servicios de inteligencia y el papel que desempeñaron entre 1870 y la caída del telón de acero, hasta llegar a la actualidad. En este sentido, la exposición también aspira a explicar las transformaciones geopolíticas de las últimas décadas. "Queríamos aprovechar esta relación entre el cine y el espionaje para contar la evolución que ha vivido la sociedad", indicaron en la inauguración los comisarios de la muestra, Matthieu Orléan y Alexandra Midal.