Aunque en esta época del año no se pueda disfrutar de la nieve, la provincia oscense sigue teniendo un gran atractivo turístico en verano. Las rutas de pasarelas y los espectaculares ibones, situados en el Pirineo, hacen de Huesca un territorio idóneo para la práctica de deportes al aire libre como el senderismo. Recogemos cinco de las rutas más fáciles para que todo el mundo pueda disfrutar.

Ruta de las pasarelas de Montfalcó

Esta ruta se encuentra en un enclave único y en un entorno natural que hace de frontera entre las provincias de Huesca y Lérida. La naturaleza hace de esta ruta una de las más bonitas de la zona pirenaica. No apta para personas con vértigo, las pasarelas de Montfalcó ofrecen al senderista unas vistas inmejorables de la sierra. Esta ruta se puede realizar desde Montfalcó a la Masieta y en sentido opuesto. La dirección más recomendable para hacer con niños es en dirección Masieta-Montfalcó. Ya que en el otro sentido hay un desnivel de 900 metros y una distancia de 16 kilómetros. 

Se trata de una ruta lineal de 8 kilómetros (solo de ida). Archivo

Ruta de las pasarelas del Vero

Hay muchas razones para visitar la villa de Alquézar a lo largo del año. Una de estas es la ruta de pasarelas situadas en un entorno único gracias al Parque Natural de la Sierra y a los Cañones de Guara. Accesible para todo el mundo, este itinerario apenas llega a los cuatro kilómetros de distancia y tiene una duración de hora y media.

Esta pequeña ruta parte de la localidad de Alquézar por lo que puedes aprovechar para visitar uno de los pueblos más bonitos de Aragón antes de comenzar la caminata. Durante el recorrido podrás disfrutar de la majestuosa vista de la localidad desde el mirador del Vero, contemplar las hermosas aguas del río o disfrutar de un entorno idílico regalado por la naturaleza. 

Ruta al Ibón de Piedrafita

Uno de los lugares mágicos del Pirineo aragonés es este ibón que se encuentra a las faldas de la imponente Peña Telera. Este ibón es uno de los más accesibles de toda la cordillera pirenaica y en menos de una hora puedes llegar hasta allí. La ruta es idónea para realizarla con niños ya que no alcanza los 250 metros de desnivel. Este itinerario es recomendable realizarlo en cualquier época del año. 

Archivo - Ibón de Piedrafita, en el Pirineo de Huesca. Archivo

Ruta al Ibón de Plan

El Pirineo aragonés tiene un sinfín de lugares mágicos gracias a la naturaleza. El Ibón de Plan, también conocido como Basa de la Mora, es uno de estos lugares únicos que nos regala la madre tierra. Este ibón es considerado uno de los más bonitos de la cordillera pirenaica y la llegada hasta su cima se puede lograr mediante dos vías. El itinerario más cómodo y sencillo es ascender en coche hasta el refugio de Labasar. Una vez allí tan solo te separaran 20 minutos hasta el destino. Si optamos por hacer la ruta desde Saravillo la duración es de 6 horas entre ida y vuelta con un camino que no presenta dificultad alguna. 

Ruta al valle de Aguas Tuertas

La presencia del río Aragón Subordán y sus pequeños meandros convierten al valle de Aguas Tuertas en uno de los más sorprendentes del Pirineo. De infinitas llanuras, este valle es un destino idóneo donde se encuentra esta ruta ideal para hacerla con la familia. Con una distancia de seis kilómetros y un desnivel de 350 metros, este itinerario es uno de los más sencillos de la zona.

Para comenzar la andada se recomienda llegar en coche hasta la pista de Guarrinza. Conforme se avanza por el sendero llegamos a El Salto, una impresionante cascada que proviene de los llanos de Aguas Tuertas. El último tramo de ascensión cuenta con un desnivel de 500 metros, salvando la mayor parte del desnivel. En este punto, el senderista se encontrará a 1.600 metros de altura donde contemplará las extensas praderas y sus increíbles meandros.