Más madura. Más preparada. Más segura de sí misma. Y con más responsabilidad. Begoña García debutó a los 21 años en unos Juegos Olímpicos en Río 2016. Desde entonces, tanto a nivel personal como deportivo, la zaragozana ha ido evolucionando todo este tiempo hasta llegar a Tokio con diferentes sensaciones de las que llegó a Brasil. Lo que sí que no ha cambiado es el agradecimiento y el orgullo por poder formar parte de nuevo de un evento como son unos Juegos y la ilusión por luchar por colgarse una medalla olímpica, lo que la propia jugadora considera «lo máximo» a lo que puede aspirar una deportista. «Siento que, por edad y por estado de forma, estos tienen que ser mis Juegos Olímpicos», afirma una ambiciosa García.

En estos cinco años, la jugadora zaragozana se ha convertido en una referencia a nivel mundial del hockey hierba, deporte en el que va a representar nuevamente a la selección española en los Juegos Olímpicos de Tokio que comienzan este viernes. García ha acabado triunfando en el deporte del stick, pero bien lo podía haber hecho en otras disciplinas. Porque Begoña entrenó a fútbol, practicó kárate, patinaje, incluso tenis, donde dicen los que la conocen que también apuntaba maneras, y por supuesto también a hockey. Pero ante la imposibilidad de practicar todos (más por falta de horas que de ganas), García se decantó por este último por su preferencia por los deportes de equipo y por continuar con los pasos de su hermano, que fue quien la inició en el mundo del hockey hierba.

Una carrera no sin dificultades

Aunque empezó a practicar este deporte a los siete años, Begoña pronto se encontró con la dificultad de que, por mucho que pudiera jugar y entrenar con los chicos, no tenía la posibilidad de adherirse a un equipo femenino por falta de chicas que practicaran hockey. A los quince años le surgió la oportunidad de viajar a Valencia los fines de semana para competir en un equipo contra otras chicas y, desde el primer momento, la zaragozana «le cogió el gusto» a la competición. A los 17, a Begoña le cambió la vida cuando, visto su buen rendimiento, se le presentó la posibilidad de irse a vivir a a Madrid a entrenar en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) e instalarse en la Residencia Blume, centro especializado en deportistas de máximo nivel. También pudo fichar por su primer equipo profesional, el SPV Complutense. Por fin Begoña iba a tener la ocasión que buscaba de demostrarse a sí misma «hasta donde podía llegar» en el mundo del hockey hierba.

Años más tarde, la realidad ha contestado contundentemente a sus preguntas. Actualmente, la jugadora del Club de Campo es la actual MVP de la final de la Liga Iberdrola (Primera División de hockey hierba femenino), competición que ganó con su actual equipo y de la que fue máxima goleadora. También llegaron a la final de la Euroliga, aunque no pudieron hacerse con el título. García, que se considera una persona persistente y que «no para hasta que no cumple sus objetivos», puede poner fin a su año de ensueño con una buena actuación en Japón. Pase lo que pase, lo que no se puede negar es que la delantera zaragozana se ha ganado, por derecho propio, un sitio en la élite de este deporte. 

Por el momento, García puede vivir del hockey, pero sabe que su disciplina no le puede ofrecer un retiro dorado como es el caso de otros deportistas, así que, aunque centrada en su carrera deportiva, nunca ha dejado de lado los estudios.

Tras una magnífica temporada a nivel personal, Begoña García quiere rematar su gran año con un buen papel en Tokio

García estudia Arquitectura Técnica, y el próximo septiembre empezará su último curso. La aragonesa ha ido aprendiendo con los años a tomarse sus tiempos y a no ir con prisa en su etapa universitaria, ya que quiere «exprimir y disfrutar al máximo» el tiempo que le quede de jugadora.

La selección y los Juegos Olímpicos, su sueño

Habitual de las categorías inferiores, en 2013 fue invitada a una concentración de la selección absoluta, que fue el paso previo a su debut un año más tarde en el Europeo de Irlanda. A sus 26 años recién cumplidos (precisamente este lunes celebraba su cumpleaños), Begoña García llega en el mejor momento de su carrera a la cita olímpica. Con más experiencia a sus espaldas y con un rol mucho más importante en el equipo, la delantera zaragozana y el resto de sus compañeras de selección intentarán mejorar el octavo puesto que lograron en los Juegos de Río 2016. «Si queremos optar a medalla, no tenemos que pensar más allá del siguiente partido», asegura la aragonesa. García, que ya marcó un gol clave en la clasificación para los Juegos en el Preolímpico, sueña con meter más tantos decisivos en Tokio y que esos goles se puedan traducir en una gran resultado para la selección.