El Periódico de Aragón

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Editorial

Huesca vibra en el Día de las Fuerzas Armadas

Dos años ha tenido que esperar Huesca para celebrar el Día de las Fuerzas Armadas. La pandemia privó en 2020 de este acto multitudinario a la capital altoaragonesa que ayer se volcó en un desfile en el que participaron más de 3.200 soldados, 117 vehículos y 69 aeronaves que surcaron los cielos de la ciudad. Es, además, la primera vez que la parada militar tiene lugar en una ciudad de estas dimensiones, con poco más de 50.000 habitantes, lo que demuestra el esfuerzo realizado en los últimos días para que la fiesta fuera perfecta, como así fue.

Huesca se agitó como nunca antes y se convirtió en el mejor escenario de un evento que la volvió a situar en el mapa, no solo nacional sino internacional. La ciudad tenía ganas y demostró con creces que su sintonía con el ejército es total. Así lo atestigua la acogida que tuvo el cuartel general Sancho Ramírez, donde tiene su sede la División Castillejos y que permitió el traslado de casi 600 militares del Ejército de Tierra a la capital altoaragonesa. Desde entonces la convivencia ha sido perfecta, lo que además ha dinamizado una ciudad que en los últimos días ha notado el impacto económico que supone la celebración de un evento de esta envergadura. Hoteles, restaurantes, comercios y negocios en general han vivido jornadas efervescentes como no se recordaba en años.

La presencia de los reyes de España, Felipe VI y Letizia y la de las ministras de Defensa, Margarita Robles, y de Educación, Pilar Alegría, y el titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, fueron de lo más destacado de una jornada calurosa a la que asistieron numerosas autoridades militares y civiles entre las que se encontraban el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de Huesca, Luis Felipe. Sin embargo, faltó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, más pendiente de reforzar las expectativas electorales del PSOE en Andalucía de cara a las inminentes elecciones autonómicas que de asistir a uno acto donde su ausencia es inexcusable, más si cabe en un momento tan delicado como la guerra de Ucrania. Además, el Día de las Fuerzas Armadas sirvió también para conmemorar el 40 aniversario del ingreso de España en la OTAN. Motivos, por tanto, no le faltaban a Sánchez para estar ayer en Huesca.

Pero ni siquiera eso empañó una jornada en la que Felipe VI recibió un baño de cariño de Huesca después de los complicados días que ha vivido como consecuencia del regreso de su padre, Juan Carlos I, a España. Incluso en eso también estuvieron los oscenses a la altura.

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