El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

Álvaro Sierra

AL VIEJO ÁRBOL

Álvaro Sierra

Franciscus y Javier

Dice Lambán estar impresionado por la audiencia con el papa Francisco. Es la mística que irradia el sumo pontífice, tanto a los creyentes piadosos como a aquellos que se confiesan ateos. Especialmente, en aquellos que reniegan de la Iglesia o de su doctrina. Sucedió con Yolanda Diaz e incluso con Pedro Santisteve. Las cosas de ser ateo que, en cuanto pueden, van a su Santidad para confesar sus designios políticos, que no tanto sus pecados en la gestión.

Sea como fuere, a pesar de las críticas por la visita a Roma, la audiencia está bien justificada. No es un capricho, aunque lo parezca estéticamente. Ni una decisión arbitraria, ya que no hay una relación diplomática entre ambos territorios, Aragón y el Vaticano. La visita tiene sentido.

Aragón y el Vaticano han tenido una historia trufada de éxitos y desencuentros. Las decisiones tomadas en Roma han sido cruciales en la historia común del Reino aragonés. Lo decía el presidente Lambán, al relatarle a Franciscus el contacto emprendido por el rey Sancho Ramírez para ser bendecido por el papa Alejandro II y lograr la protección vaticana del naciente reino.

Otro de los hitos que explican lo que somos como tierra milenaria, y que cada vez está más documentado por los historiadores, es el origen de la cuatribarrada: el rojo y el dorado eran los colores del Vaticano en tiempos de Sancho Ramírez y los reinos vasallos adquirían los tonos de su señor feudal.

La coronación de los reyes de Aragón en La Seo, un hecho histórico avalado bajo una bula del papa Inocencio III en 1204. Y, por último, la reclamación de un acto de justicia en sede papal: la rehabilitación del Papa Luna como legitimo pontífice tras ser tildado de antipapa o hereje. Una imagen infame que bien tiene que ser restituida. Esperemos que Franciscus lo haga.

Compartir el artículo

stats