IR DE PROPIO

Te esperaré en Cicely

Laura Bordonaba

Laura Bordonaba

Cómo me hubiera gustado comenzar esta columna hablando de la vida y no de la muerte. En pocos días se han marchado dos personas de las que dejan huella y hueco. Una, el querido Paco Robles, editor junto a Olga Martínez de ese barco y faro que es la editorial Candaya. Otra, el maravilloso Iñaki Fernández, fundador del grupo Green Apples, músico y amante de la vida con mayúsculas.

Creo que si se Paco e Iñaki se hubieran conocido habrían hablado de música y de la vida, de libros y de viajes, y se hubieran entendido a las mil maravillas.

Estoy volviendo a ver Doctor en Alaska, serie que por fin está emitiendo una de las plataformas a las que estoy suscrita. En uno de sus primeros episodios, tiene lugar este diálogo entre dos personajes:

«Según lo veo, da igual que estés aquí 4 años o 4 semanas. El hecho es que estás aquí ahora y cuando estás en un sitio tienes que vivir al máximo, porque no se trata de cuánto tiempo se está en un sitio, si no de lo que uno hace mientras está allí y, cuando uno se marcha saber que ese sitio ha mejorado durante su estancia».

Creo que esto se puede aplicar perfectamente a los dos. Personas que mejoran los sitios, los tránsitos, y que crean comunidad y familia a su paso. De hecho se hablaba de la familia Green Apples y de la tribu y familia Candaya. Paco y Olga me invitaron hace unos años a una de esos encuentros de Divendres de Llibres i vi, para que fuera a leer parte de mis textos que hablaban sobre mirar. Al pasar con ellos unas horas y abrirme su casa, pude entender por qué Candaya es más que una editorial. Es un núcleo familiar, una manera de entender la escritura y la lectura, y por extensión, la vida.

El último libro que leí de Candaya fue Casa de nadie, de mi amigo Laureano Debat. Mientras lo leía no podía parar de pensar que Candaya era la casa de todos. Máxima generosidad, máxima entrega. Personas que no saben hacer nada a medias, que recorren cientos de kilómetros para acompañar al autor en sus presentaciones, que conversan sin imposturas y desayunan churros en una plaza al sol y acaban cenando en un chino con 30 personas que han ido a una presentación.

El título original de la serie Doctor en Alaska es Northern Exposure. Sin duda Paco e Iñaki supieron exponerse a vivir con pasión, y es que todo lo que he leído estos días sobre ellos dos habla de lo importantes que fueron para mucha gente, a nivel cultural y vital, como esas series de culto. Quizás queda el consuelo de una vida bien vivida. En Cicely hoy ya no hace frío.

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS