IR DE PROPIO

Yo no me hice feminista, siempre lo fui

Laura Bordonaba

Laura Bordonaba

Llego a este próximo 8M con 46 años. Si desde hace tiempo reivindico a tope esta fecha por el propio hecho de ser mujer, ahora lo hago doblemente. Soy mujer y ya no soy lo que se considera joven para la sociedad. Es más, sigue rondando por ahí la teoría de que a partir de los 40 te vuelves invisible. Así que hoy me toca hablar de nuevo de Susan Sue Storm, creada por Stan Lee y más conocida como La mujer invisible en el universo Marvel. Sue comienza como un personaje «que acompaña» al protagonista masculino, pero después adquiere poderes maravillosos y acaba fundando Los 4 Fantásticos.

Aquí crece de manera exponencial, pasando de ser retratada casi como una damisela en apuros a tener una creciente confianza asertiva en sí misma. Es una figura clave para su marido, sus hijos y su hermano, pero sobre todo es una estupenda científica y una de las superheroínas más queridas. Su poder le confiere invisibilidad pero además evoluciona en el tiempo, dándole la habilidad de proyectar impenetrables campos de fuerza y de hacer invisibles objetos a través del control mental. Y aquí os pregunto, ¿qué mujer no se ha sentido alguna vez como Sue Storm? Invisible, haciendo invisible todo lo que nos agrede, como mera táctica de supervivencia, y ejercitando continuamente ese gran poder de proyectar campos de fuerza. Porque si a algo hemos aprendido durante toda nuestra vida, es a resistir y a bloquear.

«En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad.  (…)  Dile que, si algo la incómoda, se queje, grite». Son palabras de Chimamanda Ngozi Adichie, y contienen verdad, mucha verdad, así que no reduzcamos el grito a un slogan en una camiseta o una tote bag. Necesitamos, como decía una alumna de Filosofía Y Letras, que haya asignaturas no sólo de feminismo sino con feminismo. Necesitamos libros y series dirigidas, creadas y escritos por mujeres. Retratos de mujeres diversas, negras, blancas, jóvenes, mayores, infieles, vírgenes, heterosexuales y gais, mujeres transgénero, mujeres en bata que pasan de pintarse y mujeres de labios rojos.

Pero sobre todo necesitamos llenar las calles y los campos todos los días y que cada una de nosotras cuente. Tengamos diez o noventa años. Llenar las aulas, las empresas, los bares, los pueblos, la vida. Desterrar la palabra pionera de nuestro vocabulario porque ya no haga falta. No ser nunca más una presencia ausente.

Suscríbete para seguir leyendo