Opinión

La purga

Existe un tipo de castigo llamado gota o tortura china del que probablemente hayan oído hablar. Consiste en inmovilizar al reo para que, sobre la frente, le caiga una gota de agua fría cada cinco segundos. Con el paso de las horas, el daño no es tanto físico como psíquico. No puede dormir aun estando tumbado ni beber cuando tiene sed a pesar de tener el agua tan cerca. Las muertes suelen producirse por paro cardíaco debido al sufrimiento emocional. Se aplicaba a los presos a los que se quería sacar información.

Los que saben cómo funciona el poder, da igual si es político, económico o deportivo, conocen de la importancia de tener información de todo y de todos. Cuanta más, mejor. El problema llega cuando se confunde tener información con controlarla y manipularla. Lo acabamos de ver con los distintos especiales sobre el vigésimo aniversario del 11M. Aquellos que negaban un uso político de la masacre han visto poner al aire sus vergüenzas y, sin embargo, continúan negando la mayor. Pero lo peor no es eso sino que todavía hay muchos que siguen dándoles la razón, manteniendo las dudas sobre la autoría del atentado, que a todas luces quedó demostrada y atribuida al terrorismo islámico, y alimentando la teoría de la conspiración.

Imaginen que las bombas que mataron a 193 personas en Madrid estallan hoy, con las redes sociales y las maquinarias de la demagogia y la desinformación trabajando a todo gas. Los pseudo medios de comunicación que proliferan en internet y de los que se desconoce prácticamente todo (propiedad, medios de financiación, fuentes, etc) se habrían puesto manos a la obra para contaminar y apuntalar las hipótesis que a sus auténticos mecenas, normalmente políticos o afines, les hubiera interesado. Una publicación en Tik Tok o Instagram llega a más gente y obtiene más interacciones que cualquier artículo periodístico trabajado y contrastado por profesionales. Los comentarios a pie de post son leídos por más personas y cada vez más jóvenes que cualquier reportaje «serio».

Esa especie de lluvia fina que cae cada vez con mayor intensidad sobre la sociedad actual es similar a la tortura china infligida a un preso. El agujero en la cabeza de aquellos que consumen más de 3 horas diarias de cualquier red social crece diariamente y se hace más profunda. Estar informado es necesario y conocer las fuentes, imprescindible. La credibilidad es lo único que no se paga con dinero y eso ustedes, los lectores, sabrán valorarlo y reivindicarlo. Los profesionales de la información somos nuestra trayectoria, guste o no. Conózcanla y póngannos a cada uno en su sitio. A ver si les están dando gato por liebre.

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