Opinión | APUNTES AL MARGEN

Trilema educativo

Un dilema según la RAE es una situación en la que es necesario elegir entre dos opciones igualmente buenas o malas. Un trilema sería lo mismo, pero con tres opciones. En la educación española existe un trilema muy importante que quizá se esté resolviendo mal. Existe una tendencia a considerar que no se debe suspender a los chavales. En este sentido todas las medidas enfocadas a que los chavales aprendan más, y derivado de su aprendizaje aprueben, son buenas. El problema está en las medidas enfocadas a que aprueben aun sabiendo menos de lo necesario, porque se considera que es bueno para su autoestima y otros razonamientos similares. Al mismo tiempo se considera que las clases deben ser heterogéneas o diversas, es decir que en cada clase debe haber chavales más listos, menos listos, con más ganas y con menos ganas. Esta diversidad en el aula sería el segundo elemento de nuestro trilema. Finalmente, el tercer elemento del trilema es el nivel de exigencia al grupo. Veamos por qué los aprobados, los grupos heterogéneos y el nivel son un trilema. Si queremos mantener un buen nivel y grupos heterogéneos, impepinablemente habrá muchos suspensos. Porque aquellos a los que les cueste mas no llegarán al aprobado, ya que el nivel de exigencia es alto en esa clase. Si por el contrario optamos por mantener un nivel alto y queremos evitar los suspensos, no queda otra que intentar homogeneizar las clases. De esta forma cada clase tendrá el nivel de exigencia adecuado a sus capacidades y ganas. Unos grupos con más exigencia y otros con menos, pero diversidad poca. Finalmente está la opción de grupos heterogéneos y sin suspensos, pero eso tiene una pequeña pega: solo se consigue reduciendo el nivel de exigencia hasta niveles poco imaginables. Desgraciadamente esta, está siendo la opción elegida en nuestro sistema educativo. Pienso que quizá deberíamos mirar a otros sistemas educativos como el alemán o el austriaco en el que los chavales a los 11 años ya son distribuidos en función de capacidades y ganas, sin que eso merme sus opciones académicas de acabar siendo universitarios. Es sabido que los resultados de los sistemas educativos de estos países son bastante mejores que los del español. Como conclusión diría que el mejor sistema educativo no es el que hace iguales a todos los alumnos, sino el que saca lo mejor de cada uno.

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