Opinión | FIRMA INVITADA

Aragón debe despertar

Nos hemos convertido en un territorio donde nuestras instituciones parecen renegar de nuestra cultura, nuestras lenguas y nuestra historia

Aragón, desde una perspectiva políticamente correcta, es un espacio diverso, un cruce de caminos entre culturas muy diferentes y un buen lugar para la implantación de una nueva cultura política, dentro de un Estado, mucho más diverso y plural.

Esto último, no deja de ser un brindis al sol, alejado de la realidad, porque nos hemos convertido en un territorio donde nuestras instituciones parecen renegar de nuestra cultura, nuestras lenguas y nuestra historia.

Nos encontramos cada vez más con un Aragón en blanco y negro, un Aragón que, tras ser ninguneado por el Estado español con la derogación de nuestra ley de derechos históricos, sigue retrocediendo en soberanía, porque tenemos un gobierno de Aragón que nos quiere de segunda y solo piensa en recortar derechos y libertades del pueblo aragonés.

En esta legislatura, en vez de afrontar los retos que Aragón necesita para seguir construyendo un país mejor, están obsesionados con eliminar leyes o acuerdos que nos han caracterizado por ser un territorio de acogida y libertad, como ha sucedido con la ley de memoria democrática, el ataque sin sentido a nuestras lenguas o la destrucción de nuestros paisajes; tanto por la implantación de renovables sin control o por destruir zonas como canal roya para beneficiar a unos pocos.

En este contexto y este 23 de abril en el que parece que algunos en vez de impulsar la integración y convivencia están a otras cosas, los y las aragonesas debemos alzar nuestra voz y exigir un Aragón diferente, sin exclusiones y en el que se respeten todas las opiniones y nuestra diversidad como pueblo, puesto que Aragón es un territorio milenario, con identidad e historia propia y no se merece ser una sucursal de Madrid.

Desde OSTA defendemos un Aragón diferente, abierto, plural y donde cualquier persona, venga de donde venga, se sienta orgullosa de ser aragonés, porque no olvidemos que con diez años viviendo en nuestra tierra, cualquier persona es aragonesa de pleno de derecho.

Es el momento de que reivindicaciones históricas como el cumplimiento del Estatuto de Autonomía por el Gobierno central, reivindicando su total desarrollo e impulsando la bilateralidad, la mejora de nuestras infraestructuras, el Canfranc o la creación de una hacienda foral propia se hagan realidad, porque son los instrumentos para poder tener una economía sólida, que pueda garantizar unos servicios públicos gratuitos y de calidad.

Debemos apostar decididamente por una industria fuerte, es el mejor indicador de riqueza y competitividad; Y por eso, para estar en la vanguardia, necesitamos reindustrializarnos, impulsando la industria basada en la innovación, la tecnología y el diseño, defendiendo sin complejos a nuestras empresas, generadoras de empleo de calidad y estable.

Si pretendemos ser líderes en logística, nuestro futuro depende de la conexión con Europa. Aragón, es la única comunidad fronteriza que no tiene una salida viable a Europa. Las salidas por carretera tienen permanentes problemas que las hacen inviables. Somport, Bielsa y Portalet son carreteras nacionales de un carril, que quedan bloqueadas en invierno por la nieve. Esto hace que todas las mercancías de las empresas aragonesas se vean obligadas a salir a Europa por el País Vasco o Cataluña, circunstancia que dificulta la creación de nuevas empresas en Aragón.

La conexión con Europa de nuestras mercancías pasa por Canfranc, única alternativa seria y viable a corto plazo, es uno de los objetivos más importantes y prioritarios para defender el empleo existente y garantizar un futuro con más empleo, poniendo a Aragón en Europa.

Si no somos capaces, Aragón seguirá siendo un agujero negro, una tierra de nadie, que parece que ha sido el objetivo de los partidos estatales que han gobernado y gobiernan en Aragón.

En cuanto a la laboral, desde OSTA rechazamos el modelo actual, centralizado y proponemos avanzar hacia un sistema que realmente atienda y respete las particularidades de nuestro territorio.

Nuestra apuesta es construir un modelo de relaciones laborales distinto al actual, descentralizado de los intereses de Madrid, y que rija los principios de un territorio con mayores cuotas de autogobierno.

La construcción y el desarrollo de este marco propio debe iniciarse con la implementación inicial de un marco de negociación colectiva propio, un marco legal, que nos permita decidir a los y las trabajadoras aragonesas nuestras condiciones laborales, lo más cerca de nuestros centros de trabajo, priorizando la negociación colectiva en Aragón.

En Aragón queremos decidir, porque podemos y debemos vivir mejor, porque toda política que no hagamos nosotros, la harán contra nosotros.

Los y las aragonesas debemos despertar y convertir el 23 de abril en un día de reivindicación; es necesario aunar esfuerzos entre todos y todas y dejar de ir por libre. Como en otros grandes momentos de nuestra historia, va siendo hora de que los aragoneses y las aragonesas recuperemos nuestra capacidad de movilización, porque en ello nos va el futuro. n

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