Opinión | el triángulo

carmen lumbierres

Illa comienza la campaña

La doble condición de exministro y candidato hizo de la comisión de investigación un ‘totum revolutum’ que no aportó conocimiento

El PSOE estableció la comparecencia de Salvador Illa en la comisión de investigación aprobada a propuesta de este grupo parlamentario en el Congreso para el primer día, alejando así esta imagen del inicio de la campaña catalana. Si llegan a saber antes cómo iba a defender su tarea en el Ministerio de Sanidad durante ese período igual le hubieran pedido que lo hiciera al final de la misma.

Si las comisiones de investigación parlamentarias sirven para seguir haciendo competición partidista de unos contra otros, con poca ambición indagadora, la suma de la condición de exministro y candidato a presidente de la Generalitat de Salvador Illa hizo de la sesión un totum revolutum que no aportó nada de conocimiento.

El político catalán no pierde la compostura ni en los peores momentos, no lo hizo en pandemia y está bregado en la negociación con Junts desde que era la antigua Convergencia en las instituciones locales catalanas (diputaciones y ayuntamientos). El lunes volvió a demostrar ese talante, ante el rapapolvo generalizado desde Vox hasta Junts, defendiendo el trabajo de los servidores públicos y la colaboración con las comunidades autónomas. No aprovechó para el y tú más, no hizo distingos entre territorios gobernados por un color político u otro. Y con ese perfil, Sánchez le lanza a la competición catalana para salvarse él mismo y la continuidad de la legislatura.

Una vez que el resultado de las elecciones vascas no podría haber sido más favorable para el Gobierno central, no solo por la continuidad del PNV en la Lehendakaritza sino por su mayor necesidad de pacto con el PSE, el siguiente paso es esperar que Illa gane y sea posible un pacto con ERC.

El futuro de la legislatura está en el 12 de mayo, y el Partido Popular cambiara el perfil bajo de la campaña vasca, su candidato tampoco hizo del pasado reciente de Bildu un vector político, y será en gran medida el azote del independentismo sabiendo que así golpea dos veces, la segunda dirigida a la Moncloa. Sánchez necesita un buen resultado que pasa por debilitar a Junts, sin que Puigdemont se enfade de tal manera que ordene retirar el apoyo de sus parlamentarios en el Congreso. Vamos a volver a una campaña nacional, no como en Euskadi, porque aquí los partidos mayoritarios se juegan todo. Ambos partidos tienen candidatos, Alejandro Fernández y Salvador Illa, con entidad propia sin necesidad de tutela nacional. Y si aquí el debate se circunscribiera también a las políticas públicas resultaría más enriquecedor para todos, pero las banderas volverán a aparecer, aunque ya no son capaces de envolver tantas cosas.

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