Opinión | EDITORIAL

El desplome de las adopciones internacionales

El número de adopciones internacionales en España desciende a pasos agigantados. A comienzos de este siglo nuestro país era la segunda nación del mundo que más adoptaba, solo por detrás de Estados Unidos. Cada año más de 3.000 niños y niñas eran acogidos por una familia española. Después de ese lapso de tiempo el descenso ha sido constante y progresivo y justo antes de la pandemia, los menores extranjeros adoptados solo fueron 375. En 2023 este número ya se ha reducido a menos de la mitad: 183. Aragón no es una excepción y ha pasado de una media de adopciones de 30 niños y niñas en la primera década del siglo XXI a solo dos en 2022 y cuatro el año pasado. No solo ha variado el número de menores nacidos en otros países que se integran en las familias españolas, también su procedencia. Actualmente Vietnam, India y Colombia son los países con mayor número de adopciones constituidas. Anteriormente, lo fueron China, Rusia y Ucrania.

Son muchos los factores que han influido en este evidente cambio de tendencia en nuestra sociedad . Por un lado las mejoras del sistema que protege a los menores en adopción en los países de origen, y que impulsa el acogimiento de los niños dentro del propio territorio. Por otro lado, naciones como China y Rusia que han endurecido sus leyes y prohiben, por ejemplo, la adopción a personas del colectivo LGTBI. También ha contribuido a este desplome la crisis económica de 2008, la pandemia del covid o la guerra de Ucrania.

Los largos tiempos de espera provocados por la burocracia puede ser otro factor disuasorio. El proceso de adopción se puede llegar a demorar hasta cuatro años y emocionalmente resultar agotador. Algunas familias optan por no embarcarse en esta dura travesía.

Pero tal vez el factor más decisivo haya sido el gran avance que han experimentado las técnicas de reproducción asistida a lo largo de este siglo. Muchas parejas que no pueden tener hijos dirigen su atención hacia este tipo de procedimientos porque simplemente prefieren ser los padres biológicos del bebé que va a formar parte de su familia. También hay que tener en cuenta la aparición en los últimos años del fenómeno de la maternidad subrogada. Aunque el ordenamiento jurídico español la prohíbe, en nuestro país existe una legalización de facto de esta práctica . Así, en el año 2022, el número de solicitantes para inscribir casos de bebés nacidos de vientres de alquiler fue de 249 y de todas estas peticiones se materializaron 165 inscripciones .

La caída de las adopciones internacionales es pues un fenómeno complejo atribuible a un cúmulo de factores.

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