Opinión | tercera página

Agradecimientos tras la marcha a Canal Roya

Una orquesta bien afinada de personas con responsabilidad han reafirmado el mensaje de que la vertebración requiere de proyectos más sensatos y cabales

Como feliz conclusión a la Marcha a Canal Roya que desde el 4 al 12 de mayo ha cubierto desde Huesca un itinerario de ocho etapas, la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón y todos los organizadores agradecen la implicación de cuantas personas y colectivos contribuyeron al excelente desarrollo de esta movilización.

Por ser tantos los apoyos recibidos, quizás alguien quede injustamente sin mencionar. Disculpas. Por orden cronológico, hay que comenzar en Huesca con componentes de la Universidad de la Experiencia, Extinction Rebellion y Ecologistas en Acción que acogieron a los participantes y animaron su recepción con los Gaiteros de la Tierra Plana. Estos anfitriones oscenses también actuaron como guías en los días iniciales.

De Angüés, final de la primera etapa, hay que citar con gratitud a su alcaldesa, Herminia Ballestín. En Abizanda, Paco Paricio y Pilar Amorós al frente del Museo de Títeres significaron un regalo de amistad y creatividad. Y, sin dejar la creatividad, buen recuerdo también para el grupo de Teatro Social de L’Ainsa, que amenizó la llegada de la Marcha.

También resultó muy grato contar con Miguel Solana, veterano miembro de la incombustible Asociación Río Aragón contra el recrecimiento de Yesa, quien durante alguna etapa junto al río Ara, sumó sus pasos y argumentos en defensa de los territorios. Contemplar Jánovas supuso una obligada reflexión acerca del dolor que anida en la cara menos visible de los pantanos.

Entrañable fue el gesto del conjunto musical Belchite que en Yebra de Basa donó la recaudación de su último concierto a la Marcha a Canal Roya. Y ya, pasado el ecuador de este periplo, Berta Fernández, alcaldesa de Sabiñánigo, recibió a los marchistas y se fotografió con varias de sus integrantes. Fue en la capital serrablesa donde sonó la Batucada Pirenaica Dingolondango, con Anayeta decorando algunos tambores. Y, casi enlazando con estos sones, Os Gaiters de Chaca hicieron lo propio para dar la bienvenida a la Marcha al llegar a Jaca.

Han sido muchos los respaldos en estos doscientos kilómetros, algunos por vía electrónica pero igualmente próximos, como el de Sebastián Álvaro y grande el despliegue de voluntariado para que el caso Canal Roya siga ganando en repercusión hacia Europa. La Marcha a Canal Roya ha sido una orquesta bien afinada compuesta de caminantes, conductores, cronistas para medios de comunicación, fotógrafos y divulgadores en redes, contando también con el encomiable activismo de asociaciones locales y con representantes políticos sensibles al medio ambiente, personas que con talento y responsabilidad han reafirmado el mensaje de que la vertebración para Aragón requiere de proyectos más sensatos y cabales que el descabellado modo actual de entender la nieve y demás recursos de la naturaleza.

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