Andoni Cedrún estuvo ayer en el estadio de Gran Canaria acompañando a algunos medios de comunicación y allí fue testigo directo de la derrota del Real Zaragoza. Desde el set de Aragón TV, el popular exguardameta del conjunto aragonés vio cómo Yassine Bounou se desplomaba al final del partido, hundido por el resultado final y sin poder olvidar ese segundo gol en el que su salida fallida propició la jugada que acabó con el tanto de Araujo. "Me acerqué a él porque lo vi llorando desconsolado, muy fastidiado de verdad. Me salió de dentro acercarme a él para consolarlo y decirle que era muy joven y que le quedaban muchos años y muchos éxitos por delante. La verdad es que él solo decía: 'el segundo, el segundo'". Se refería, claro, al tanto final, que dio el triunfo y el ascenso al Las Palmas y deja al Zaragoza una temporada más en Segunda División.

Cedrún aseguró que el guardameta estaba completando un partido muy bueno, con paradas de mucho mérito, hasta esa acción del segundo tanto en el que midió mal la salida. No fue un balón tan alto como los anteriores y no le dio tiempo a llegar antes de que Ortuño desviara el balón hacia el segundo palo y Aythami fraguara el tanto definitivo. "Yo le dije que tenía un futuro prometedor y que no pasaba nada, que iba a tener muchos otros momentos en su carrera deportiva, pero él estaba muy dolido. Aún me dio las gracias, aunque sé que en ese momento no tenía consueño".

Un buen rato después de concluir el partido, el propio Bono explicaría su dolor tras el partido. "Yo pienso que estaba haciéndolo bien hasta el segundo gol, pero es tanto el dolor que tengo en el corazón que eso no me sirve de consuelo. Ahora mismo estoy roto. Lo siento especialmente por la gente", manifestó el guardameta marroquí, que ha sido un factor importante para el Zaragoza esta temporada, en la que se ha comportado como el portero más regular de la plantilla pese a convivir con lesiones y ausencias por las convocatorias con la selección.