Víctor Fernández llegó a tantear la posibilidad de seguir contando con Álvaro Vázquez a sus órdenes la próxima temporada. El técnico, que siempre ha dejado claro que el catalán es un futbolista muy de su agrado, mantuvo una conversación a solas con él para sondear su disponibilidad a continuar en el Zaragoza. Lo hizo en una de las últimas sesiones preparatorias programadas por Víctor, que se topó con la negativa de Álvaro, que apeló a que su estado anímico no era el idóneo para seguir después de haber sido increpado por parte de la afición de La Romareda durante los últimos partidos.

La respuesta fue sincera. Álvaro no tenía intención de prolongar su estancia en el Zaragoza, lo que imposibilitó cualquier maniobra del club para intentar que el catalán continuara en el equipo. Si la predisposición de Álvaro hubiese sido positiva, Víctor así se lo habría trasladado a la dirección deportiva, pero cuando el delantero admitió que no se sentía con fuerzas para seguir, la opción de negociar por él quedó definitivamente descartada.

Álvaro, máximo artillero del equipo esta temporada con diez tantos -su récord personal-, ha sido fijo para Víctor, que siempre ha dejado claro que el catalán era la principal referencia ofensiva del equipo. «Álvaro me inspira mucha confianza. Es uno de los jugadores más importantes del equipo, tiene grandes condiciones, una actitud muy positiva y está muy comprometido en el trabajo y el esfuerzo. Le tengo una gran confianza y confío en su calidad, su capacidad de trabajo y su compromiso», dijo el técnico aragonés sobre Álvaro, cuando el delantero atravesaba su peor racha de cara al marco contrario.

RECIPROCIDAD

En cualquier caso, los elogios han sido siempre recíprocos. Porque también Álvaro subrayó la importancia de la llegada del técnico al banquillo. «Desde que llegó venía con ese aura de salvador, un hombre muy querido en Zaragoza. Antes de que se hiciera cargo del equipo, la gente ya estaba muy feliz y eso se ha trasladado al vestuario. Nada más aterrizar nos dio una charla que nos dio confianza y nos abrió los ojos», resaltó el catalán.

Sin embargo, su reacción con la grada se deterioró mucho en la última fase de la temporada. O, más bien, con un sector de La Romareda -la grada de animación- que reprochó al delantero ciertas actitudes dentro y fuera del terreno de juego. Álvaro habría apelado a ese desgaste anímico para justificar ante Víctor su rechazo a cualquier opción de continuar vestido de blanquillo. Ahora, el futuro del delantero catalán queda en manos del Espanyol, el club con el que le resta un año más de contrato aunque no cuenta con él y todo apunta a que habrá un acuerdo para su desvinculación.

Álvaro, cuya ficha asciende a 1,2 millones de euros de los que el Zaragoza ha asumido esta campaña 400.000, cuenta con ofertas para marcharse la próxima campaña al fútbol chino o a Catar.