La segunda derrota del Real Zaragoza en toda la temporada dejó a Víctor Fernández con un sabor agridulce después de un partido espeso en el que el Fuenlabrada aprovechó al máximo sus ocasiones. «Es una decepción porque hemos estado muy cerca de sacar algo positivo. Nos han marcado el segundo pero hemos podido volver a empatar y te queda ese mal sabor de boca por haber rozado el empate», explicó el técnico aragonés. Las rotaciones por las que apostó Víctor Fernández no tuvieron el efecto que esperaba en el juego del equipo ya que solamente Pombo creó cierto peligro en la segunda mitad. «Era necesario refrescar el equipo y el resultado no depende de los jugadores que han entrado. Todos están teniendo sus oportunidades porque es imposible jugar los 42 partidos con los mismos», analizó Víctor, que no quiso dar su valoración sobre las actuaciones de Papu o Álex Blanco.

El nivel defensivo del Real Zaragoza está bajando en los últimos partidos y el Fuenlabrada, que no inquietó en exceso a Cristian, aprovechó los despistes del conjunto aragonés. «El primer gol viene de una pelota parada muy lejana que es evitable. Mientras, el segundo es una jugada muy rápida en la que debíamos haber evitado ese pase a banda. Ellos han metido las oportunidades que han tenido y nosotros no y esos detalles son los que marcan el partido», relató el técnico, que deberá corregir los errores para el choque ante el Mirandés.

Además, el balón parado es uno de los aspectos que el Zaragoza todavía no sabe explotar. «Hemos sacado muy mal la pelota parada. Golpeábamos al cielo o no levantábamos la pelota del suelo», señaló Víctor, que puso de ejemplo la última falta sacada por Kagawa. Sin embargo, Víctor también tuvo palabras positivas hacia sus jugadores. «No nos hemos rendido a pesar de haber recibido un duro golpe con el segundo gol en nuestro mejor momento».

Por último, el técnico no se quiso mojar a la hora de valorar la distancia de los jugadores del Fuenlabrada con la barrera en el primer gol. «Desde el banquillo no se puede ver bien. Si están pegados se tiene que anular el gol pero el árbitro está muy cerca y habrá estimado que era la distancia correcta», concluyó el técnico.