Una de las posibilidades en el inminente movimiento societario que se avecina en el Real Zaragoza es que una parte significativa del paquete accionarial, si no la mayoritaria, pase a manos de un grupo inversor de fuera de la comunidad aragonesa. De producirse, supondría toda una novedad en los 89 años de historia del club zaragozano, que siempre ha estado en manos aragonesas o de personas profundamente arraigadas en la comunidad, tanto en los años en que la entidad pertenecía a los socios como desde la conversión en SAD en 1992.

Emilio Garcés, Alfonso Soláns Soláns y Agapito Iglesias tras el acuerdo de 2006- EFE / JAVIER CEBOLLADA

Hasta la fecha el club ha tenido 32 presidentes, contando interinos y hasta al brevísimo Luis Gamón. Todos ellos aragoneses porque, los cuatro que no lo han sido de nacimiento sí lo fueron de formación o desarrollo tanto personal como profesional. Y desde 1992 los propietarios o máximos accionistas también lo han sido porque , si bien Agapito Iglesias es natural de Navaleno, Soria, llevaba muchos años afincado en Zaragoza. Compró Codesport a finales de los noventa y todo su capital y patrimonio, con el que se hizo con las acciones del club, se fraguó en la capital aragonesa.

Así que puede decirse que el Real Zaragoza siempre ha tenido ADN aragonés. En sus primeros 60 años de vida funcionó como un club deportivo. Desde su nacimiento, fruto de la fusión o absorción entre el Iberia y el Zaragoza, hasta que el Gobierno decretó que los clubs de fútbol y baloncesto debían convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas antes del 30 de junio de 1992. En ese periodo el Real Zaragoza tuvo 24 presidentes, dos de ellos en dos etapas diferentes. Desde entonces han sido ocho presidentes y cuatro propietarios distintos, el último un grupo de empresarios.

Alfonso Soláns Serrano, primer presidente de la SAD. SERVICIO ESPECIAL

José María Gayarre, figura fundamental para que el fútbol llegara a Aragón en los albores del siglo XX, fue el primer presidente del Zaragoza, desde su fundación el 18 de marzo de 1932 hasta el 17 de agosto de 1934. Le sustituyó de manera interina durante unos meses Juan José Navarro antes de que en octubre de 1934 se nombrara a Felipe Lorente, con quien Los Alifantes lograron el primer ascenso a Primera División. Después llegaron Julio Ariño, de 1938 a 1941, y Francisco Caballero hasta febrero de 1943.

Su sustituto fue Mariano Lasala Millaruelo, que nació en Guadalajara pero desarrolló toda su carrera militar en Aragón. «Es un aragonés de temple y de tesón admirable», se escribió de él cuando accedió a la presidencia, que ostentó en dos etapas, de 1943 a 1945 y de nuevo unos meses más también en 1945. En los tres años siguientes fueron máximos responsables los zaragozanos Antonio Mola y Carlos Salvador y, en 1948, accedió a la presidencia Jesús Valdés. Nacido en Madrid en 1903 y llegó a Zaragoza en 1919, cuando su padre, general de la Guardia Civil, fue destinado a la capital aragonesa. Entusiasta del fútbol y destacado atleta, fue elegido presidente en 1948 tras convocarse las primeras elecciones en la historia del club, aunque finalmente no hizo falta votar porque los otros cuatro candidatos renunciaron al ofrecimiento.

A partir de entonces todos los presidentes hasta el 2009 fueron naturales de Aragón, la mayoría de Zaragoza. Son los casos de José Descartín (1949-1950), Julián Abril (1950-1952), el interino Emilio Ara (1952), Cesáreo Alierta (1952-1958), Faustino Ferrer (1958-1962), Waldo Marco (1962-1967), Alfonso Usón (1968-1971), José Ángel Zalba (en dos etapas 1971-1977 y 1988-1992), Julio Descartín (1977), José Gil (1977-1978), Ricardo de Felipe (1978), Armando Sisqués (1978-1984), Enrique Laguna (1984-1985), Ángel Aznar (1985-1986) y Miguel Beltrán (1986-1988).

La conversión

José Ángel Zalba, en su segundo mandato, fue el último presidente elegido por los socios del Real Zaragoza. Tras la orden gubernamental, el 25 de marzo de 1992 el club inició la suscripción de acciones, un total de 54.687 títulos para un capital social de 546.870.000 pesetas (algo menos de 3,3 millones de euros). El 2 de septiembre de 1992 se constituyó el primer consejo de administración de la nueva SAD. Alfonso Soláns Serrano había comprado 28.000 acciones por un valor de 1.682.000 euros y Bernardo Martín, 7.000 títulos por 420.000 euros. El resto estaban en manos de 5.000 pequeños accionistas. En 1993 Soláns Serrano compró las acciones de Martín para ampliar su control societario.

José Ángel Zalba, durante su segundo mandato. SERVICIO ESPECIAL

El primer cambio accionarial se produce en noviembre de 1996, tras el fallecimiento de Alfonso Soláns Serrano. Su hijo, Alfonso Soláns Soláns, heredó el paquete y asumió la presidencia durante una década. Hasta el 25 de mayo de 2006, cuando anunció la venta de sus acciones a Agapito Iglesias y Emilio Garcés, si bien este salió enseguida de la ecuación. Eduardo Bandrés, natural de Erla, fue el primer presidente de Iglesias, de 2006 a 2009. Tras su dimisión fue el máximo accionista quien asumió también el cargo hasta 2011.

Salvador Arenere duró diez días, del 30 de diciembre de 2011 al 9 de enero de 2012 y Agapito volvió a la presidencia hasta junio. Fernando Molinos, nacido en Soria porque su padre estaba entrenando al Numancia pero aragonés y zaragocista formado en la Ciudad Deportiva hasta llegar al primer equipo, fue el último presidente de la negra etapa de Agapito, que vendió el club en junio de 2014. Primero a un grupo de ocho empresarios aragoneses a los que luego denunció por incumplimiento del contrato de compraventa y, finalmente, por un euro, cedió el 90,62% de las acciones a la Fundación Zaragoza 2032, que se mantiene hasta ahora con Christian Lapetra como presidente.