Jaume Grau, primer fichaje del Real Zaragoza en el mercado invernal, llega a su nuevo destino dispuesto a retomar la senda marcada la pasada campaña en el Tondela portugués, donde se convirtió en uno de los puntales básicos del equipo. Pero su regreso a Osasuna, con el que apenas ha dispuesto de minutos esta campaña, ha interrumpido una progresión que el mediocentro, de 24 años, aspira a rescatar. “Llego con un compromiso muy grande con el club, los compañeros y el equipo. Tengo muchas ganas de trabajar, poder crecer y asentarme aquí, además de aportar muchas alegrías al club”, ha dicho el levantino en su presentación previa a la sesión preparatoria de este jueves.

TORRECILLA, ENCANTADO

Por su parte, el director deportivo, Miguel Torrecilla, reconoció que lleva tiempo detrás de Grau. «Esta secretaría técnica lleva mucho tiempo siguiendo a Jaume, por lo que es una gran satisfacción que esté aquí», dijo. Torrecilla presentó al levantino como «un jugador zurdo, con un muy buen manejo de balón y que se adapta al acompañante en el centro del campo. Lo que más destaco es su inteligencia».

Aunque Grau admite que “no he podido ver muchos partidos del Zaragoza”, es consciente del delicado momento por el que atraviesa tanto el equipo, a diez puntos del playoff, como la propia entidad, sumida en una profunda crisis institucional. “Es cierto que la situación es delicada, pero el Real Zaragoza es un club muy grande y seguro que si trabajamos bien y ponemos todo de nuestra parte, lo podremos devolver a la situación en la que siempre ha estado históricamente. Lo daremos todo para que así sea”, promete.

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La decisión de recalar en tierras aragonesas fue sencilla. Así lo asegura el futbolista, que afirma que “no lo tuve que pensar mucho. Había otras opciones, pero desde que Miguel (Torrecilla) contactó conmigo, fue fácil tomar la decisión. No hubo mucho que pensar”, reitera Grau, que, a pesar de la falta de minutos, afirma estar listo para debutar el sábado si JIM lo considera oportuno. “Llego bien. He competido poco con Osasuna, pero al final he estado entrenando todos los días y me he dedicado a entrenar al máximo, cuidarme y descansar bien. He dado todo lo que tenía que dar pero no tuve la suerte de competir lo que me hubiese gustado, pero llego en buena forma aunque es verdad que me falta esa chispilla de la competición. Estoy listo para ayudar”.

Grau sabe el terreno que pisa y las exigencias de una entidad que, si bien no atraviesa por su mejor momento, tiene una larga historia detrás. “Me he enfrentado al Zaragoza en otras ocasiones a lo largo de mi vida. Es un club histórico y un paso adelante en mi carrera”.