Mientras unos se aferran con uñas y dientes a esa famosa pomada capaz de curar todos los males, otros, la mayoría, aguarda cada partido del Real Zaragoza como el pastor que espera al lobo.

Eugeni y Sabin Merino podrían debutar y ser titulares

La manifiesta incapacidad del equipo aragonés para ganar partidos (5 de 25 en toda la temporada) impone dejar las cuentas de la lechera para mejor ocasión y centrarse en huir cuanto antes de una quema que amenaza con abrasar el trasero. De hecho, solo quedan cuatro equipos por detrás de un Zaragoza en el que, sin embargo, se sigue soñando con luchar por el playoff, lo que requeriría ganar muchos más partidos de los que se han logrado sacar adelante hasta ahora. Sueño o quimera, convendría cerrar la pomada, guardar la venda y aportar algo de oxígeno a un enfermo que no tiene buena cara.

Y eso pasa por derrotar este sábado (18.15 horas) a un Málaga que acude a La Romareda con el exzaragocista Natxo González al mando y con parecidas urgencias a las de un Zaragoza al que aventaja en dos puntos. Los aragoneses afrontan la cita con la novedad de Sabin Merino, el último en llegar y la factible presencia en el once de alguno de los tres nuevos (Eugeni, Grau y el propio delantero vasco). El catalán y el vasco parten, en principio con más opciones de debutar, mientras que el levantino, el único de los tres que ya ha jugado con el Zaragoza, empezaría en el banquillo.

En todo caso, no se prevén demasiados cambios en un once en el que repetirá la misma retaguardia que brilló en Ibiza hasta el primer tanto de los baleares. La ausencia de Gámez, que está a punto de volver, volverá a ser suplida por Francés, que se desplazará al lateral diestro para que sea Lluís López el que acompañe en el centro de la zaga a Jair. Chavarría continuará en el flanco zurdo.

Sin novedad dos semanas después del comunicado del club que anunciaba su venta inminente

Este viernes se cumplieron dos semanas desde que el Real Zaragoza emitió un comunicado oficial en el que aseguraba la venta inminente del club. El texto indicaba que el desembarco del nuevo inversor podría llegar «en los próximos días» y que tenía el respaldo de todos los accionistas, pero ya han pasado 15 días y sigue sin haber novedades. El comunicado, publicado solo unas horas antes de la movilización convocada por el zaragocismo en protesta contra de la gestión de la directiva, no obtuvo el efecto analgésico deseado y las actuaciones programadas fueron un éxito. Alrededor de 2.000 personas se congregaron a las puertas del acceso al palco de La Romareda, muchas de ellas accedieron diez minutos tarde al partido ante el Valladolid como muestra de desacuerdo con la cúpula del club y las pañoladas en el minuto 32 de cada parte contaron con un seguimiento masivo. Dos semanas después, el Real Zaragoza sigue presidido por el caos, la desunión y la descomposición.


También Petrovic y Francho se presentan fijos en una medular en la que la posible presencia de Eugeni ejercería como principal novedad. El catalán ocuparía la vacante dejada por el renqueante Bermejo, todavía afectado por el golpe sufrido en la primera parte ante el Ibiza y que le obligó a abandonar al descanso. Narváez y Borja seguirán ocupando los costados de una ofensiva en la que se estrenaría Sabin Merino, sobre el que recae la esperanza en que el Zaragoza se libre de una vez de la maldición que le persigue de cara al gol.

Pero el encuentro volverá a estar marcado por la previa. Y es que el zaragocismo, como ya advirtió, no tiene intención alguna de dejar de protestar contra la gestión de la directiva, a la que exige que, de una vez, dé un paso al costado. Volverá la pañolada en el minuto 32 pero, además, la reivindicación cuenta este sábado con una novedad en forma de rancheras cantadas por un grupo de mariachis pagados del bolsillo de aficionados zaragocistas a través de una recogida de fondos que ha sido un éxito. La serenata, con un indudable guiño a uno de los grupos inversores que estarían interesados en hacerse con el club, comenzará a las 17.30 horas a las puertas de las oficinas del club y discurrirá hasta la puerta de acceso al palco en La Romareda. Allí se volverá a jugar otro partido, sin balón de por medio pero en el que también hay mucho en juego. Porque en el estadio, convertido ya en escenario de plebiscito hasta el final de temporada, el zaragocismo, harto de estar harto, volverá a mostrar su disconformidad con la directiva a través de una pañolada en el minuto 32. 

El Málaga, por su parte, viajó a Zaragoza con las bajas de última hora de Juande, por lesión, e Hicham, pero regresan Paulino, Dani Martín, Vadillo, Ismael Gutiérrez y Dani Lorenzo. Los andaluces llegan, seguramente, en su peor momento de la temporada tras encajar ocho goles en los dos últimos partidos (0-5 ante el Ibiza y 3-0 en Miranda de Ebro). Inmerso en una severa crisis de identidad, se presenta en tierras aragonesas dispuesto a dejar atrás los lloros. 

Vuelve Natxo, que hará cambios, y también Peybernes. Ambos se fueron por la puerta de atrás y sin avisar, lo que sentó mal a un zaragocismo que ya silbó al técnico cuando regresó con el Deportivo. Hoy, la cosa no está mejor. Zaragoza, no te rajes.