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Real Zaragoza

Iván Azón, el ‘nueve’ del Real Zaragoza por méritos propios

A falta de la llegada de otro delantero, Iván Azón da muestras de estar preparado para ser la referencia del equipo. Lleva tres goles y es una amenaza constante para las defensas

Azón encara a un rival en el encuentro ante el Nástic Carlos Gil-Roig

El número nueve es uno de los más icónicos en el mundo del fútbol, un dorsal que huele a goles y que no se suele regalar a cualquiera, sino que se tiene que ganar por méritos propios, a base de perforar con continuidad las porterías rivales. Esa es la responsabilidad que ha asumido Iván Azón esta temporada y da la sensación de que al canterano no le va a pesar tal honor. «Es una responsabilidad ese cambio de número, llevar el 9 es una ilusión muy grande», aseguró esta semana el futbolista.

El delantero dio un paso adelante en la segunda mitad del curso pasado. A su espíritu de lucha, a su entrega, a su capacidad para incomodar a los defensas y a su fuerza, Azón incorporó el gol, el bien más preciado. Desde su postrero tanto en Leganés, el aragonés ganó en confianza y enganchó varios partidos consecutivos marcando. A sus cualidades físicas, el ariete sumó una serenidad que le permitió afinar su puntería para acabar como máximo goleador del Zaragoza la pasada campaña junto con el argentino Vada.

Si el año pasado fue el de su explosión, Azón está decidido a que esta temporada sea la de su consagración. Y es que el delantero quiere demostrar con hechos que se merece la renovación de su contrato. El jugador firmó con el club hasta 2025 y da un gran salto el ranking salarial de la plantilla. Aun dando muestras de su humildad, el canterano se siente preparado para asumir galones dentro del equipo y así lo está mostrando en los primeros compromisos amistosos. Se estrenó en pretemporada ante el Lleida y cuajó una gran actuación en los 60 minutos que disfrutó ante el Nástic de Tarragona, en los que abrió el camino de la remontada con un potente disparo y provocó el penalti que supuso el 3-2. Ya en la primera mitad se había mostrado, con diferencia, como el jugador más incisivo de los aragoneses en la faceta ofensiva. Ante el Al-Shabab volvió a marcar.

Tuvo un mano a mano en el que estuvo algo lento ante el portero de los catalanes y protagonizó una buena jugada en la que recortó a un defensa y estrelló su lanzamiento en el palo. Fallos que, en otra época, le hubieran pesado y le hubieran hecho bajar la cabeza. Pero este Azón es otro, y salió de vestuarios con todo para lograr redimirse, como así hizo.

La competencia 

Visto el gran momento de forma que atraviesa el nuevo nueve del Real Zaragoza, el más dulce de la corta carrera del joven de 19 años, mucho tiene que demostrar el delantero que falta por llegar a la plantilla para quitarle el cartel de referencia ofensiva del equipo. Lo que no quiere decir que el fichaje de otro atacante no sea necesario, porque el problema de los aragoneses viene de lejos. Los fracasos estrepitosos de los futbolistas que han recalado en la plantilla en los últimos años (Álvaro Giménez, Nano Mesa, Álex Alegría, Toro Fernández, Haris Vuckic…) para solucionar ese falta de olfato los puede solucionar en parte el canterano, pero necesitará ayuda.

Está por ver cuando llegue el otro ariete si Carcedo cambia su 4-3-3 habitual para dar cabida a dos delanteros puros o qué decide el nuevo técnico, pero hasta la fecha Azón es titularísimo en su esquema. Un año ilusionante el que tiene el zaragozano por delante, en el que puede confirmarse como uno de los nueves a tener en cuenta de la categoría. Entrega y compromiso seguro que no le faltan, para un futbolista que se ha convertido en una amenaza constante para las defensas rivales. De momento, a quien ya tiene ganada con creces es a la parroquia zaragocista, que ha depositado en el chico de la casa muchas de sus esperanzas para cantar goles.

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