El Periódico de Aragón

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La actualidad del Real Zaragoza

Un once y muchas dudas

Carcedo repitió en Anduva alineación por tercera jornada seguida, pero el equipo carece de continuidad y tiene sombras en el rendimiento, en el rigor táctico y en la excesiva mirada al rival

Carcedo da instrucciones en el banquillo en Anduva en el duelo ante el Mirandés. PRENSA2

No es poca cosa en los tiempos que corren repetir tres veces seguidas el mismo once. Lo ha hecho Carcedo ante Ponferradina, Sporting y Mirandés. Probablemente no haya una cuarta y contra el Eibar lleguen cambios, pero el entrenador creía haber encontrado un camino, una apuesta, y todo se desmontó en Anduva, en un partido en el que quedó claro que el míster puede tener un once, pero no un bloque y lo que sí presenta el equipo es una colección de sombras.

Vive el Zaragoza demasiado pendiente del rival, algo que a Carcedo ya se le achacó en la UD Ibiza y cuando más ha cambiado el plan en función del enemigo es cuando peor le han ido las cosas. Ante el Lugo situó a tres centrales, aunque el técnico sostiene que lo hizo en su habitual 4-2-3-1 y con Francés de lateral, por Chris Ramos, las contras y el juego aéreo del rival, y el equipo se diluyó en la segunda parte con la velocidad del cuadro gallego y la actuación destacada de su delantero. En Anduva, por las rápidas transiciones y el dinamismo del Mirandés, el Zaragoza se situó en un bloque más bajo y no tuvo presencia arriba, además de no frenar casi en ningún momento el ataque del cuadro jabato.

La sociedad de Manu Molina y Grau volvió en Anduva a una versión gris tras su buen nivel ante el Sporting y en El Toralín

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También en el ideario del técnico está el análisis exhaustivo de todos los factores y el rigor táctico, factor este último que a veces se traduce en un encorsetamiento excesivo del equipo, que coarta su capacidad. En Anduva se liberó de él en los últimos minutos, a la desesperada, pero remató más veces, casi todas de Gueye, que en el resto del encuentro.

Hasta el momento, Carcedo ha tenido varias piezas intocables en su once cuando han estado disponibles: Cristian, Fran Gámez, Jair, Manu Molina, Bermejo, Grau, que no jugó ante el Lugo por sanción, y Francés, que no lo ha hecho en los últimos tres partidos por su lesión en el codo ante el cuadro lucense. En esa lista se puede incluir a Fuentes, al que el entrenador no le dio minutos ante el Lugo tras acabar de aterrizar esa semana y que ha sido titular en los tres duelos siguientes, jugando todos los minutos desde ese día.

El extremo izquierdo es una carencia clara y la banda derecha, una fuente de cambios sin efecto. Bermejo no acaba nunca los partidos y Fran Gámez es un relevo habitual para la salida de Larra

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Carcedo tiene en Bermejo a un relevo recurrente y la aportación del mediapunta se mantiene guadianesca e intermitente. El caso es que siempre es cambiado, ya que lo ha sido en los siete partidos de Liga, mientras que Fran Gámez en el lateral derecho ha sido relevado por Larra en cuatro partidos, en el último, en Anduva, dando más de media hora al vasco, más extremo y carrilero que lateral y ahora recurso siempre en las segundas partes para Carcedo, ya que ha salido hasta en seis duelos desde el banquillo, en dos de ellos de interior.

El caso es que el equipo tiene sombras en la banda derecha y tampoco acaba de encontrar el camino en la izquierda, ya que Mollejo, de buen nivel ante el Sporting y algo menos con la Ponferradina, dejó dudas en Anduva, las mismas que Gabi Fuentes en el lateral. El Zaragoza, está claro, paga no tener un extremo puro en la izquierda, si bien eso ya no es cuestión de Carcedo y sí de Sanllehí y Torrecilla en el mercado de verano. Puche, Vada y hasta Narváez antes de irse han sido otros recursos del técnico para cubrir el ala zurda, sin un resultado positivo.

Las mayores dudas, con todo, se concentran en el medio. Jaume Grau y Manu Molina, titulares siempre, han soltado partidos ofreciendo una buena mezcla en la sala de máquinas, como en Ponferrada y ante el Sporting, pero en otros esa pareja se mostró, sobre todo por el lado del centrocampista onubense, en una peor versión, en Cartagena y sobre todo en Miranda. Allí, en Anduva, los dos fueron relevados por Carcedo, algo inédito. Hasta ahora, ese papel siempre le tocaba a Molina, que solo acabó el partido ante el Levante. Vada ha completado el triángulo en la medular en la mayoría de encuentros en esa posición de enganche que es la que más incógnitas presenta y menos candidatos claros. El argentino no da el gol que tiene y carece del último pase de Eugeni, que desapareció del once tras su mal partido ante el Lugo y ahora ha pasado a un segundo plano que también tiene Francho, en una versión muy reducida del canterano.

El ataque

El retorno de Iván Azón y la adaptacición de Pape Makhtar Gueye no han llevado a Carcedo a cambiar el dibujo y jugar con dos arietes de inicio. En Anduva situó a ambos en el tramo final, con Azón escorado a la derecha, y tiró a la izquierda a Giuliano, de largo el mejor jugador en ataque con su aportación y sus 3 goles. Al delantero hispanoargentino se le vio muy solo en Anduva, con una línea de mediapuntas sin presencia física y sin un acompañante en un equipo tan huérfano de gol. 

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