La actualidad del Real Zaragoza

La cuesta de enero de Cordero

Al director deportivo le restan seis días para abordar movimientos en una plantilla sujeta a las dificultades para dar salidas

Juan Carlos Cordero, durante su presentación con el Real Zaragoza.

Juan Carlos Cordero, durante su presentación con el Real Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Jorge Oto

Jorge Oto

La fecha límite es el próximo martes, 31 de enero de 2023, a medianoche. Será entonces cuando el mercado de fichajes en esta ventana invernal tocará a su fin para un Real Zaragoza cuyo director deportivo, Juan Carlos Cordero, asume la tarea con el agobio del que afronta una cuesta empinada. 

La de enero se las trae para el cartagenero, que tiene por delante numerosas faenas destinadas a mejorar una plantilla a la que le sobra tanto como le falta y que, por ahora, solo cuenta con una novedad: la llegada, antes incluso de la apertura del mercado, del chileno Tomás Alarcón, cedido desde el Cádiz para ocupar la ficha que dejó vacante Daniel Lasure, aún sin equipo.

Apenas seis días le quedan a Cordero para gestionar una cuesta de enero marcada por la gran dificultad para dar salida a jugadores con los que no se cuenta y a los que se ha trasladado que su adiós es lo mejor para todos. En este escenario emergen, sobre todo, tres nombres: Petrovic, James y Quinteros, a los que el Real Zaragoza ha abierto de par en par una puerta de salida por la que, sin embargo, ninguno ha pasado. La esperanza reside en que lo hagan en las próximas horas y que su marcha permita ese margen de maniobra ahora inexistente para acometer la llegada de los refuerzos implorados por Escribá, que espera sentado.

Pero las dificultades que está encontrando el director deportivo para dar salida a Petrovic y James, las más interesantes para el club de cara a liberar la masa salarial necesaria para realizar incorporaciones, continúan taponando cualquier gestión en forma de incorporaciones.

 Mientras el Zaragoza no sea capaz de soltar lastre, no se producirán llegadas. El club no dispone de margen salarial ni tiene fichas libres para destinarlas a esos refuerzos que se pretenden, principalmente, en la parcela ofensiva. Es ahí donde se ha detectado el mayor déficit de una plantilla descompensada en la que abundan los laterales y los mediocentros pero carente de extremos y jugadores con capacidad para el desborde. En este sentido, el objetivo prioritario sigue siendo un extremo zurdo que abra el campo.

Pero el tiempo corre y los días sin novedades se acumulan. El deseo del director deportivo es acometer varias operaciones destinadas a un número mayor refuerzos que los «uno o dos» que anunció el presidente Jorge Mas tres semanas antes de la apertura del mercado y cuando Cordero todavía no se había desligado del Tenerife. 

Sin embargo, las dificultades que se está encontrando el cartagenero son considerables y no se esperan novedades, al menos, de forma inminente. De este modo, todo apunta a que Escribá afrontará el partido del lunes ante la Ponferradina con los mismos efectivos que actualmente componen la plantilla. Será a partir de entonces, con dos días por delante hasta la conclusión del plazo habilitado para fichar, cuando podrían precipitarse los acontecimientos hacia un desenlace definitivo tanto en las salidas como en las entradas.

Si el Zaragoza no es capaz de dar salida a Petrovic, James, Quinteros o incluso Manu Molina, no se acometerían más fichajes y Alarcón sería la única incorporación del mercado.

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