El Alcoraz marca otro récord de asistencia

Estuvo a la altura del derbi la asistencia en El Alcoraz, hasta 8.443 espectadores, lo que eleva el listón en el estadio oscense, en un nuevo récord histórico, superando al duelo de rivalidad regional jugado el curso pasado, el 17 de abril, y que terminó con 8.143 espectadores. En esta ocasión se elevó el número en un estadio que, tras la última remodelación, tiene capacidad para 9.100 espectadores. En las gradas del campo hubo unos 300 aficionados zaragocistas, contando las 189 entradas que el club puso a la venta (con más de 1.000 solicitudes) y las 125 otorgadas de protocolo.

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Hasta estos dos derbis en Huesca, el del pasado curso y el del actual, el récord estaba en las visitas del Real Madrid (7.341 espectadores) y del Barcelona (7.322) en la temporada 18-19, teniendo en cuenta que en la 20-21 y otra vez en la élite no se permitió público en las gradas y ya ha sido en Segunda cuando se estrenó la remodelación de El Alcoraz que ha elevado el aforo más allá de los 9.000 espectadores. El Huesca cuenta con 8.016 abonados este curso, 300 más que hace un año.

Las autoridades

En esta Liga, la media de asistencia en El Alcoraz está rondando los 6.000 espectadores, cifra que bajó ante el Albacete y el Oviedo al principio de año. El récord del curso estaba en 6.424 aficionados ante el Racing el 15 de octubre, algo que estaba previsto que se iba a superar este domingo, donde el buen horario y el clima ayudaron a que la entrada rozara el lleno en un partido que no se quisieron perder los alcaldes de ambas ciudades, Luis Felipe y Jorge Azcón, el consejero de Educación y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, el director general de Deporte, Mariano Soriano, así como el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada.

Antes del choque y en los alrededores del estadio se vivió un buen ambiente, también entre las aficiones en la Fan Zone instalada por el Huesca, donde se acercaron muchos zaragocistas, teniendo en cuenta que algunos viajaron a la capital oscense sin entrada y por vivir el ambiente previo del encuentro que, desde el pitido inicial y con el tifo azulgrana, no tuvo incidentes reseñables, más allá de algunos cánticos contra Pulido de los seguidores blanquillos y otros contra el Zaragoza de un sector de la grada del Huesca.