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Un trienio demasiado gris en el Real Zaragoza

El Zaragoza completa tres temporadas de perfil bajo, con más apuros que otra cosa y lejos de optar al ascenso. El equipo no pisa la promoción desde la última jornada de la 19-20

Un trienio demasiado gris en el Real ZaragozaANGEL DE CASTRO

El Real Zaragoza echó por tierra después del parón por la pandemia un ascenso a Primera que tenía encarrilado antes de que el covid hiciera parar la Liga, y muchas más cosas, en marzo de 2020. Al regreso tras tres meses, el equipo de Víctor Fernández, no supo conservar su renta como segundo clasificado ni adaptarse a un nuevo fútbol de estadios vacíos para dejar escapar aquella oportunidad en el playoff y, desde entonces, instalarse en la mediocridad más absoluta en esta Segunda. Y es que el Zaragoza, durante tres años seguidos y hasta con cambio de propiedad, no es que haya mirado de lejos regresar a la élite, es que ha vivido en los bajos o medios fondos clasificatorios, no ha pisado zona de promoción, ni de ascenso directo, y ha completado tres cursos de perfil muy discreto, con la mirada más hacia abajo que para la zona alta.

La temporada que acaba de concluir ha mantenido la línea de las dos anteriores, casi de una manera simétrica, con crisis y más penas que alegrías. Decimotercera posición, 53 puntos, la cuarta peor puntuación de esta era en Segunda que comenzó en 2013, y un mejor puesto que fue el décimo en la jornada 36 tras ganar al Racing después de hacerlo con el Granada. Perfil bajo y andadura de tono grisáceo sin dejar lugar a dudas. 

El equipo se cayó en el inicio de Liga con Juan Carlos Carcedo, víctima tanto de una mala política de fichajes como de una apuesta errónea para el banquillo, y se levantó con Fran Escribá, pero sin llegar a tomar un vuelo para recuperar el tiempo perdido. Ha acabado a 14 puntos de la sexta plaza liguera, un mundo que explica ya que la meta de la promoción nunca fue real, aunque para eso baste con analizar las sensaciones de irregularidad y falta de pegada que dejó el equipo en la mayor parte del curso.

El balance y pese a a la llegada hace un año de Real Z LLC, tras la compraventa y la salida de la Fundación, es similar al de los dos cursos anteriores al que acaba de echar el telón. En la 20-21, el Zaragoza primero de Rubén Baraja y luego de Iván Martínez comenzó con un vuelo más que rasante, aunque llegó a ser octavo en la jornada 5, pero al marcharse el entrenador zaragozano y con la llegada primero de Torrecilla y después de JIM el equipo zaragocista era penúltimo, con 13 puntos en 18 jornadas. El míster alicantino reanimó a un bloque roto y hundido y lo levantó hasta la décima plaza en la jornada 40, cuando selló la salvación. Acabó el curso decimoquinto y con 50 puntos, la peor puntuación de esta década junto a la de la 16-17 y acabando a 17 puntos de la sexta posición, el récord negativo en esta era.

En la 21-22, un comienzo repleto de empates, con nueve jornadas seguidas de tablas y una victoria en las 13 primeras citas, lastró al Zaragoza de JIM, que se levantó después con tres triunfos seguidos para ser octavo tras 16 encuentros, su puesto más elevado en esa Liga, pero sin pisar promoción. Sin embargo, la crisis iniciada en diciembre y vivida a plenitud en enero ya impidió acercarse a plazas altas y acabó la temporada en décima posición y con 56 puntos, muy lejos de la zona noble, a 12. 

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