La actualidad del Real Zaragoza

El atípico final de verano

El Zaragoza llega a los dos últimos días de mercado con los deberes más hechos que nunca en esta etapa en Segunda. En los 10 años anteriores siempre hubo salidas o fichajes pendientes

Juan Carlos Cordero y Raúl Sanllehí, durante el 'stage' en San Pedro del Pinatar.

Juan Carlos Cordero y Raúl Sanllehí, durante el 'stage' en San Pedro del Pinatar. / IVÁN URQUÍZAR

Es el undécimo verano del Real Zaragoza en esta larga etapa en Segunda y en ninguno de los diez anteriores había llegado a las últimas 48 horas del mercado con tanta sensación y también realidad de tener los deberes hechos, tanto en el capítulo de fichajes como en el de salidas obligadas por ser descartes. La ventana se cierra mañana viernes, día 1 de septiembre, por la noche, y la impresión más extendida en las oficinas del club es que lo más normal es que nada se mueva en la plantilla cuando en años anteriores se han vivido últimos días frenéticos, como en los veranos de 2014, 2016 o el curso pasado. Cordero, tras cerrar 10 fichajes (Poussin, Lecoeuche, Mouriño, Toni Moya, Mollejo, Manu Vallejo, Germán Valera, Maikel Mesa, Bakis y Enrich), además del regreso tras cesión de Marc Aguado y un buen número de salidas, afronta estos días sin la tensión que sí hubo otros años.

En el verano de 2013, el último con Agapito Iglesias en la propiedad y con Jesús García Pitarch como director general, el Zaragoza llegó al penúltimo día de agosto con la necesidad de fichar a un central y a un centrocampista y con la amenaza de la salida de Álvaro González, que no se dio. Sí llegó Acevedo (River) en el medio, pero no hubo refuerzo en la zaga. Un año más tarde, con la Fundación Zaragoza 2032, en un verano frenético por la tardía venta del club, Martín González logró en las últimas horas el fichaje de un portero (Bono, cedido del Atlético) y no pudo inscribir al delantero Chuli (Betis), porque no se lo permitió LaLiga. Adán Pérez se marchó al Racing y desde el paro nada más acabar el mercado llegó el centrocampista Lolo, libre desde Osasuna.

En 2014, 2016 y en el verano pasado fueron los finales de mercado más frenéticos desde el descenso en 2013

Un año después, en 2015, Popovic le pedía a Martín González un centrocampista y un punta en la recta final, que no llegaron, ni tampoco las salidas de los descartes Rubén, Alcolea y Abraham. Solo se firmó y con ficha del filial a Buenacasa, libre tras dejar la Juve, en las últimas horas del mercado.

En la ventana de 2016 y con Narcís Juliá, la recta final trajo a Juan Muñoz, cedido del Sevilla y el intento de regreso de Chus Herrero (Anorthosis), aunque al final el central que vino fue Bagnack (Nantes B), con nesfasto resultado. Sergio Gil, tras un eterno conflicto con el club, puso rumbo al Lugo en el último día.

El verano de 2017, intenso con Lalo Arantegui y 14 fichajes, puso la guinda con el fichaje de Vinícius Araujo, tras rescindir del Valencia, y las salidas en el último día de Xumetra e Irureta, cuando solo unas horas antes lo habían hecho otros descartes como Álex Barrera o Edu Bedia.

2018 y 2019, pocos movimientos

Al año siguiente el verano fue mucho más tranquilo para el director deportivo zaragozano, pero en la última jornada se rechazó una oferta del Eibar de 1,7 millones fijos por Lasure, y el club armero fichó a Cucurella, y Raí, Perone y Buff, que tenía una propuesta de Arabia, se quedaron pese a que se les señaló la puerta de salida. En 2019, la petición de Víctor Fernández de un delantero (Sergio García, que estaba libre) y un medio físico quedó en agua de borrajas, lo mismo que el deseo de que salieran Pombo, Bikoro y Linares.

La sorpresa de Tejero

El verano de la pandemia, en 2020, fue el más extraño, porque empezó el mercado el 4 de agosto y acabó el 5 de octubre. A las últimas 48 horas de esa ventana se llegó con el fichaje de Larra (Athletic) cerrado y el anuncio oficial de la salida de Kagawa. El último día no se dio salida a Papu, otro descarte, y llegó la sorpresa de la cesión de Tejero desde el Eibar.

Con Torrecilla en el 2021 las últimas horas del mercado se centraron en buscar un medio ofensivo, que al final fue Vada (Almería) poco antes del cierre y en el deseo de Luis Carbonell de marcharse se plasmó en una cesión al Madrid para jugar, que no lo hizo, en el Castilla.

El descontrol de hace un año

Hace ahora un año la intensidad fue total, en las últimas 48 horas se hizo oficial el adiós de Chavarría, rumbo al Rayo y con un traspaso de 3 millones, se presentó a Gueye (Oostende), Fuentes (Junior de Barranquilla) y Jairo, libre, para que el último día Narváez pusiera rumbo al Valladolid, llegara la rescisión de Buyla, no se lograra el deseado extremo, se le diera ficha a Puche y Lasure y Petrovic se quedaran en la plantilla.